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‘Coyotes’ anuncian sus servicios en la radio, esperan una segunda ola de niños migrantes

“Nunca pensé traer a mi niño de esta forma, pero él me dijo que si no lo hacía yo, él mismo se saldría de la casa de su abuela para venirse solo”, cuenta Zulema Ríos, una madre salvadoreña que el pasado 5 de septiembre contrató los servicios de un “coyote” para que le ayudara a que su hijo de ocho años cruzara la frontera a Estados Unidos.

El pequeño “Martin”, quien salió de su natal El Salvador con un desconocido al que apodan “El Paco” se encuentra ahora en Durango, México y su caso se suma a la segunda ola de niños que los oficiales de inmigración advierten llegará con fuerza este año a la frontera de Estados Unidos.

Con esta advertencia, el Departamento de Seguridad Nacional, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), lanzó desde junio la campaña Conoce los Hechos, la cual busca desalentar el cruce de menores y al mismo tiempo desmiente los anuncios radiales de supuestos permisos de estadía que algunos coyotes en países centroamericanos han osado poner al aire al ofrecer sus servicios.

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La ola no se detiene

Las cifras de la Patrulla Fronteriza revelan que en lo que va del año fiscal del 1 de octubre a principios de septiembre, unos 38,862 menores sin acompañantes han logrado su ingreso.

Esto significa una reducción del 51% en comparación de los aproximadamente 68,541 que habían cruzado de México a Estados Unidos en el 2014.

No obstante, todavía falta por agregar a los que intentarán cruzar este invierno con la esperanza de que el calor intenso no les quite la vida durante la jornada.

“Mucha gente piensa que el invierno es mejor que la época de verano para cruzar, pero la realidad es que todas las épocas son extremas en términos de peligro”, aseveró Cristina Ruiz, vocera de la Fuerza Conjunta – Oeste (Joint Task Force – West) del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

La historia no cambia, en su travesía los niños enfrentan violencia, robo, abuso sexual, esclavitud y la muerte, aseguró Ruiz.

“Justamente el mes pasado, un coyote abandonó a dos niñas de cuatro y siete años en el desierto de Arizona. Afortunadamente, las menores fueron vistas y rescatadas”, dijo Ruiz.

Según las cifras del CBP, de los menores migrantes que si lograron llegar a EE.UU., unos 18,244 provenían de Honduras, seguidos por 17,057 de Guatemala, 16,404 de El Salvador y 15,634 de México.

Pero no todos los niños tienen la misma suerte, “este mes un adolescente de 15 años, proveniente de Guatemala, falleció al intentar cruzar Texas. La madre recibió la mala noticia días después de que el coyote que supuestamente venia protegiéndolo, le dijo que el menor estaba bien”, sostuvo Ruiz.

Durante el año fiscal 2014 se registraron 307 muertes de inmigrantes mientras en el 2013 se produjeron 445, según CBP. Estas cifras no incluyen el número de desaparecidos a lo largo de la frontera.

Los coyotes se aprovechan de la situación

A parte de la pobreza extrema, el escape de las pandillas y la violencia en sus países, los niños son alentados a salirse de sus hogares por los mismos coyotes, según las Patrulla Fronteriza.

A través de anuncios radiales y hasta carteleras en países centroamericanos y México, los coyotes han optado por anunciarse como agentes de viaje.

Estos mencionan en sus comerciales, que el gobierno de Estados Unidos puede darles permiso de trabajo y estadía permanente si se apresuran a calificar para un supuesto alivio, según Jaime Ruiz, vocero de CBP.

“Nada esto es cierto. No existe ninguna garantía de permiso. Las leyes de inmigración no han cambiado. Por lo contrario, la deportación es la prioridad del gobierno”, aseveró Ruiz. “Hay que acordarnos que el único interés del coyote es el dinero”, dijo Ruiz.

El problema parece no tener fin

La campaña de CBP, Conoce los Hechos, se esfuerza para que las familias centro americanas y mexicanas reconozcan que dejar a sus menores solos o en las manos de coyotes, es un grave error.

Desde su inicio en junio hasta la fecha, esta promueve un total de 573 anuncios en televisión, 12,900 en radio y 140 carteleras publicitarias en México, Honduras, Guatemala y El Salvador, a un costo de 1.2 millones de dólares.

No se sabe aun cómo la segunda ola de menores va a repercutir en el sistema en el que unos 53,500 niños ya se encuentran bajo proceso de las cortes de inmigración. Todo esto sin contar los menores que están llegando con algún padre o familiar.

‘A menos de que el gobierno de Barack Obama haga algo radical para detener la migración. Los menores y los adultos van a seguir llegando’, dijo Cecilia Rodríguez, de Alianza Hondureña de Los Ángeles,

Lo ideal “sería que el gobierno americano permita la estadía de todos los que ya han cruzado para no volverlos a dejar en el abandono”, declaró la activista.

Asimismo, ‘hay que presionar a los gobiernos de donde salen los niños, a alentarlos a quedarse al darles más oportunidades tanto a ellos como a sus familias”, agregó.

Aunque, el abuso de los niños, el sufrimiento y hasta la muerte que algunos encuentran en su jornada, “no es más que la responsabilidad de los padres que permiten su salida”, destacó.

Ríos entre oraciones

Zulema Ríos dejó su país hace siete años, cuando se hijo tenía solamente un año de edad.

“Extraño mucho a mi hijo. Siempre quise darle una vida mejor y no lo he logrado”, dijo Ríos.

“La gente me puede criticar como mala madre por mandarlo a traer, pero yo no puedo salir de Estados Unidos por ser indocumentada. Yo soy el único sostén de la familia allá en El Salvador y sin mí, ni mis padres ni mi hijo tendrían que comer”, sostuvo.

“Todas las noches le ruego a Dios que mi hijo llegue sano y salvo a este país. Estos son los sacrificios y decisiones difíciles que muchos padres debemos tomar gracias a nuestros gobiernos”, finalizó.

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