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LAPD confrontó a una mujer por 10 segundos antes de dispararle; ahora debe pagar por su muerte

Le pidieron repetidamente a Norma Guzmán que soltara un cuchillo, pero como la mujer no respondió, los agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) le dispararon sus armas contra ella.

Tras una demanda en contra la ciudad, presentada por la familia de Guzmán, se suscitaron diferencias entre los funcionarios municipales; unos apuntaron que los agentes actuaron sin razón, mientras que otros argumentaron que vieron sus vidas en peligro y tuvieron que disparar.

Tres años después de la muerte de la mujer, el ayuntamiento de Los Ángeles aprobó un acuerdo extra judicial con los abogados de la familia por $1.95 millones.

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Los abogados argumentaron que la mujer, de 37 años de edad, era inofensiva y su muerte fue injustificada; un crimen que ocurrió el 27 de septiembre de 2015 a manos de los agentes Samuel Briggs y Antonio McNeely, en el área central de la ciudad.

El acuerdo fue aprobado con una votación de 12-2; en contra del arreglo votaron los concejales Joe Buscaino y Mitchell Englander.

Buscaino es un exagente del LAPD y Englander es un agente de reserva con la misma entidad.

Según documentos de los hechos, alguien le llamó al 911 alrededor de las 9:30 de la mañana, diciendo que Guzmán estaba gritando en la calle y traía consigo un cuchillo.

Al llegar al lugar, cerca de las calles 22 y San Pedro, los agentes salieron de su auto pidiéndole a la mujer repetidamente que se deshiciera del cuchillo, pero ella caminó hacia ellos, por lo que descargaron sus armas.

Marcos Castañeda, viudo de Guzmán, y su hijo adolescente acotaron que los agentes sabían que Guzmán estaba “mentalmente desafiada y era completamente inofensiva”.

Los abogados de la ciudad argumentaron en documentos judiciales que los agentes actuaron “razonablemente bajo las circunstancias”.

Sin embargo, la Junta de Comisionados de la Policía, que es el cuerpo civil que supervisa el departamento, dictaminó en el 2016 que el uso de la fuerza letal no era parte de lo que a los agentes se les enseña dentro del departamento.

La resolución difería de la opinión del jefe policial, Charlie Beck, quien defendió las acciones de ambos oficiales como justificadas.

La fiscal de distrito Jackie Lacey, por su parte, anunció el año pasado que no habría cargos en contra de los agentes involucrados en la muerte de Guzmán después de encontrar que “tenían motivos para temer por sus vidas”.

Los abogados de la familia de Guzmán, entonces, lanzaron un video de vigilancia de una tienda cercana que muestra el tiroteo, y cómo fue la confrontación completa, desde que los agentes salieron de la patrulla hasta que le dispararon duró aproximadamente 10 segundos.

Las imágenes muestran a Guzmán caminando firmemente hacia los oficiales, antes de dispararle a unos cuatro pies de distancia.

Guzmán tuvo siete contactos previos con la unidad de salud mental del LAPD; y según los fiscales, se le detectó tener metanfetaminas y THC en su torrente sanguíneo en el momento de su muerte.

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