Pronóstico de la temporada de incendios 2021 en California: esto es lo que sabemos
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Los expertos observan muchos factores cuando predicen qué tan activa podría ser una temporada de incendios, comentó Nick Nauslar, meteorólogo especializado en el tema, del National Interagency Fire Center, en Boise, Idaho.
“Cuando buscamos crear nuestros pronósticos mensuales y estacionales, observamos dónde hay áreas de sequía”, señaló. “Y luego, a corto plazo, ¿tendremos un clima propicio para la ignición y propagación del fuego?”.
Estos son los puntos que se tienen en cuenta al pronosticar una temporada de incendios:
Sequía prolongada: La sequía endurece la vegetación y los suelos, preparando el paisaje para arder.
Sequía a corto plazo: La lluvia de primavera puede retrasar el inicio de la temporada de incendios, pero en algunas áreas de menor elevación, también puede afianzar el crecimiento de vegetación que se secará y alimentará el fuego más avanzado el verano.
Clima: Las condiciones cálidas y secas y, en particular, las olas de calor intensas, están relacionadas con temporadas de incendios más activas.
Clima: Los meteorólogos consideran los pronósticos meteorológicos tanto a corto como a largo plazo al predecir si las condiciones serán propicias para que haya incendios y se propaguen rápidamente. Las tormentas eléctricas provocan estos siniestros, y las condiciones secas y ventosas pueden promover aún más la rápida propagación del fuego. Lo mismo ocurre con la inestabilidad atmosférica, que se produce cuando el aire cálido cerca de la superficie se encuentra con corrientes más frías en lo alto, y puede permitir que los incendios desarrollen columnas masivas que crean su propio clima.
Comportamiento humano: Las personas son responsables de la mayoría de los incendios, remarcó Nauslar. Aunque su comportamiento es imposible de predecir, los expertos en incendios tienden a ver un repunte en el inicio de esos siniestros los fines de semana, especialmente durante los festivos, comentó.
En este momento, agregó Nauslar, se proyecta que las montañas y laderas de California verán “un potencial de incendios significativos, por encima de lo normal” a partir de julio y tal vez incluso desde junio. Pero hay un par de variables clave que aún no han tomado forma.
Esto es lo que se conoce, de cara a esta temporada de incendios:
- California sufre una sequía prolongada, y la vegetación y los suelos son muy secos.
- El contenido de agua de la capa de nieve de la Sierra, el embalse natural más grande del estado, se redujo al 28% de lo normal para esta época del año.
- Los meteorólogos esperan que la región permanezca seca en gran medida hasta junio.
- Se anticipan temperaturas por encima de lo normal este verano.
Esto es lo que aún no se sabe:
-¿Habrá una incidencia por encima de lo normal de relámpagos y vientos, que puedan provocar incendios e impulsar su propagación?
-¿Los remanentes de tormentas tropicales que viajan por la costa u otros sistemas climáticos crearán inestabilidad en la atmósfera, algo que también puede resultar en relámpagos y fomentar la rápida propagación del fuego?
-¿Cuántos incendios se desatarán por accidentes, con intención deliberada, cables eléctricos caídos u otras causas humanas, y qué tan grandes serán?
Desafortunadamente, afirman los expertos, varios factores están ayudando a elevar el riesgo significativo de incendios forestales de California a medida que pasa el tiempo.
Así es como el cambio climático y otras modificaciones en la actividad humana están ayudando a predisponer al estado a temporadas de incendios más dañinas:
- Las condiciones más cálidas y secas -con períodos de precipitación más intensos y períodos secos más prolongados entre ellas- significan que la vegetación está lista para arder.
- Existe alguna evidencia de que el cambio climático está aumentando la incidencia de rayos, a medida que la atmósfera se vuelve más caliente en la superficie y menos estable, algo que incrementa el riesgo de tormentas eléctricas.
- Los árboles estresados por la sequía son vulnerables a infestaciones fatales de escarabajos de la corteza, y los rodales resultantes de combustible muerto que se acumulan en los bosques pueden hacer que los incendios ardan más y se propaguen más rápidamente.
- El alza de las temperaturas significa que haya más precipitación en forma de lluvia en lugar de nieve, y la capa de nieve se está derritiendo a principios de año. Esto genera que las temporadas de incendios comiencen antes y duren más.
- Más humanos se están mudando hacia áreas silvestres previamente despobladas, lo cual aumenta la probabilidad de que se generen fuegos en estas áreas, y que estos amenacen a las personas y sus hogares.
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