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Una preparatoria de Montebello cerrada por invasión de ratas

Schurr High School in Montebello.
La preparatoria Schurr en Montebello ha sido cerrada debido a una invasión de ratas.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

Los docentes llegaron a la preparatoria Schurr en Montebello la semana pasada para preparar sus aulas para la apertura del lunes. Pero en lugar de ordenar libros y escritorios, encontraron una escena espantosa: ratas muertas en el suelo, nidos de los roedores en los armarios y excremento en los escritorios.

“Había heces en varios lugares de mi salón”, comentó el docente Al Cuevas. “Podía oír a las ratas corriendo por las paredes y el techo. Es asqueroso. Otros salones cercanos a mí fueron completamente ocupados por los animales”.

Después de enfrentar la frustración de los maestros y las preocupaciones de seguridad, el distrito escolar, que nunca abrió para el aprendizaje presencial el año escolar pasado, envió el viernes por la noche un correo electrónico a los padres de unos 2.600 estudiantes, diciéndoles que el campus estaría cerrado para “las próximas dos semanas”. En otro revés educativo, los alumnos serán asignados a un programa de estudio independiente.

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Aproximadamente el 90% de los estudiantes de Schurr son latinos y casi el 80% provienen de familias de bajos ingresos.

VIDEO | 00:26
Schurr High School in Montebello has been closed because of rodent infestation

In this video provided to The Times, a rodent jumps from a shelf and scurries away in a classroom at Schurr High School in Montebello.

Además de la plaga de ratas, los docentes indicaron que el sistema de aire acondicionado no funcionaba correctamente en un edificio donde muchas de las aulas no tienen ventanas. Este problema es especialmente agudo ya que las medidas de seguridad estatales contra el COVID-19 recomiendan mejores sistemas de ventilación.

El superintendente interino Mark Skvarna señaló que el distrito debió haber hecho un mejor trabajo identificando el problema en el período previo a la reapertura. Skvarna fue contratado en marzo, unos meses después de que un análisis fiscal determinara que el distrito tenía un alto riesgo de insolvencia.

“No voy a poner excusas para expresar que esto se hizo tan bien como se pudo haber hecho”, expresó Skvarna.

El superintendente comunicó que tomó la decisión de cerrar la escuela en gran parte debido a la preocupación de que pudiera haber excremento de roedores u otros peligros para la salud en los conductos del aire acondicionado.

El cierre por salud y seguridad se produce cuando los funcionarios del Distrito Escolar Unificado de Montebello durante meses han promocionado su trabajo preparando a fondo los campus para un regreso seguro al aprendizaje presencial este mes. Las redes sociales de la agrupación están llenas de fotos de trabajadores que limpian profundamente los baños, pintan las aulas, inspeccionan los sistemas de ventilación, lavan los pasillos a presión y quitan las alfombras.

“¡Se está haciendo un trabajo maravilloso preparándonos para un regreso seguro!”, exclamaba una publicación.

Algunos padres subrayaron que el cierre del campus con aviso tardío es especialmente doloroso porque ellos y sus adolescentes han estado presionando al distrito para que reabra sus puertas desde la primavera pasada, cuando todas las agrupaciones escolares de Los Ángeles reabrieron los centros educativos, excepto unos pocos. El Distrito Escolar Unificado de Montebello, sin embargo, mantuvo sus puertas cerradas todo el año escolar pasado, diciendo que era la decisión más segura.

“Una vez más, no vamos a volver”, comentó Sandra Torres, la madre de un estudiante con necesidades especiales de 14 años que se supone que comenzará como alumno de primer grado este año en Schurr. “Estoy tan cansada de tantos contratiempos”.

Sandra Torres helped her 14-year-old son Diego Torres, during a class on zoom at home in June.
Sandra Torres ayuda a su hijo de 14 años, Diego, durante una clase por Zoom en casa, durante junio. Ella esperaba que él pudiera volver al aprendizaje presencial esta semana.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

Las lecciones de Zoom eran imposibles para el hijo de Torres, llamado Diego, quien necesitaba ayuda constante para mantenerse concentrado. A mediados del año pasado, ella pidió que lo trasladaran a una modalidad de estudio independiente, convirtiéndose esencialmente en su maestra y al mismo tiempo trabajando largas horas como enfermera de la unidad de cuidados intensivos (UCI).

Por un tiempo, consideró sacarlo del distrito si no abría el campus, pero cuando la agrupación anunció que reabriría en el otoño, optó por quedarse.

La semana pasada comenzó a preparar a Diego para ayudarlo a comprender cómo sería su nueva rutina una vez que comenzara en la escuela: tomar el autobús, usar un cubrebocas, ajustar sus sesiones de terapia.

El viernes por la tarde incluso se reunió con docentes y administradores que le explicaron el plan para regresar a la escuela.

Horas después, agregó, vio en las redes sociales que la escuela no abriría sus puertas. La declaración inicial del distrito escolar indicó que el cierre se debió a “trabajos de construcción y limpieza”.

“Estoy molesta, triste y frustrada. Un poco de todo”, expresó Torres. “Más por Diego. No es solo el típico chico de 14 años. Ahora está tan confundido con todo el asunto: ‘Se suponía que tenía que empezar la escuela. ¿Qué está pasando?’”.

Los docentes indican que se han estado quejando de los roedores, la falta de aire acondicionado y otros problemas de mantenimiento durante mucho tiempo.

“Estamos hablando incluso años atrás”, puntualizó el docente Paul Chávez. “Fue un problema notable”.

Recuerda que los maestros contaban que estaban en reuniones “y que las ratas se caían de los techos de baldosas para correr al aula de al lado”.

Como presidente de una facultad de la escuela, Chávez mencionó que se aseguró de que el problema fuera señalado para la atención de los administradores escolares, los conserjes y el supervisor de la planta. Intentaron abordarlo, continuó el docente, pero cree que el distrito necesitaba hacer más.

“Simplemente sentí que dieron una respuesta superficial en esta situación cuando se necesitaba un poco más de atención”, detalló.

En julio, cuando Chávez regresó al campus para ayudar con la escuela de verano, su escritorio estaba “lleno de heces de rata”, comentó.

Trajo la aspiradora de su taller de casa para limpiar el desorden, luego desinfectó todos los escritorios del aula, explicó.

Luego, el lunes pasado, cuando más profesores regresaron al campus para prepararse para el primer día de clases, se dio cuenta de que la situación era aún peor de lo que pensaba.

“Las personas regresaban a sus salones y me compartían que estas condiciones son horribles”, señaló. “Fue simplemente una situación terrible. Mucha gente se apresuró a trabajar e hicieron numerosas tareas [de limpieza] ellos mismos, lo que no debió haber sucedido. Pero queríamos prepararnos para nuestros estudiantes”.

Skvarna comentó que espera que la escuela vuelva a abrir en 15 días. Los detalles exactos del programa de estudios independientes no estaban claros el martes por la tarde.

“No tengo el plan de acción actual”, manifestó Skvarna. “Estoy lidiando con el problema de ventilación, la limpieza de los salones, la desinfección de las aulas”.

Skvarna, quien ha estado trabajando como superintendente interino del distrito durante aproximadamente cuatro meses, enfatizó que los campus han sido descuidados.

“Estamos tratando de que estas instalaciones cumplan con los estándares”, agregó. “No creo que lo fueran antes. Me parece que debemos poner esfuerzo y dinero en ello. Pienso que no ha sido una prioridad”.

El distrito ha enfrentado durante años problemas fiscales y otros inconvenientes. En 2019, los funcionarios federales acusaron a los empleados escolares de engañar a los inversionistas en una venta de bonos por $100 millones.

David Navar, presidente de la Asociación de Maestros de Montebello, subrayó que los estudiantes merecen algo mejor que lo que sucedió en Schurr.

“La tragedia aquí es para nuestros alumnos que no han estado en el sitio durante 18 meses”, comentó. “Debe ser una celebración, una bienvenida. En cambio, están perdiendo valiosos minutos de enseñanza y es una tragedia que nuestros estudiantes no obtengan lo que merecen, a lo que tienen derecho, que es la educación”.

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