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California comienza a dejar atrás lo peor del pico por la variante Delta

Shoppers visit an indoor mall
Compradores en el centro comercial Los Cerritos, un paseo de compras bajo techo, en Cerritos, el 27 de septiembre.
(Christina House / Los Angeles Times)

Las hospitalizaciones por COVID-19 se redujeron a la mitad desde el pico de verano, ya que California continúa dejando atrás de manera constante, aunque lenta, lo peor del pico de la variante Delta.

El estado alcanzó su pico veraniego en hospitalizaciones el último día de agosto, cuando 8.353 personas con COVID-19 confirmado estaban internadas en centros médicos del estado. Hasta el lunes, había 4.467 pacientes hospitalizados, un número visto por última vez a principios de agosto cuando el aumento de Delta se aceleró.

California ahora registra la mitad de las nuevas admisiones hospitalarias diarias por COVID-19 que la nación en general, sobre una base per cápita.

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Quizá aún más prometedor es que la ola de pacientes comenzó a retroceder drásticamente en las áreas que fueron más afectadas durante el último pico.

En el condado de Fresno, donde los hospitales estaban a veces tan abrumados que los funcionarios temían verse obligados a racionar la atención médica, el censo diario de pacientes con COVID-19 era de 284 hasta el lunes, una disminución del 31% desde el alza de verano, hace un mes.

Los hospitales en el condado de Placer, que se extiende desde los suburbios de Sacramento hasta Lake Tahoe, ahora atienden a 110 pacientes con COVID-19, la mitad del total observado durante el récord del aumento.

Y en el pequeño condado de Del Norte, en el extremo noroeste de California, donde el único centro médico estuvo tan comprometido que necesitó trasladar en helicóptero a los afectados con COVID-19 hacia otro lugar para que les brindaran tratamiento, solo quedan tres pacientes con coronavirus positivos, en comparación con el pico de 23 a finales de agosto.

La desinformación sobre la vacuna COVID es una de las principales razones de las bajas tasas de inoculación, según las autoridades

Las tendencias recientes muestran un alivio cauteloso en aquellos rincones del estado que sintieron más agudamente el último golpe de la pandemia.

“Espero que con la tendencia a la baja de los pacientes con COVID en el hospital, comencemos a ver un poco más de alivio para los hospitales”, expresó Dan Lynch, director de la Agencia de Servicios Médicos de Emergencia de California Central, durante una sesión informativa el viernes. “Pero creo que hoy los hospitales están respirando un poco más tranquilos que hace una o dos semanas”.

Sin embargo, como se ha demostrado una y otra vez en la era del COVID-19: nada es seguro. El hecho de que las condiciones estén mejorando ahora no significa que el progreso continuará.

No hay que buscar más allá de la experiencia del estado el año pasado, cuando un resurgimiento del coronavirus en verano dio paso a una disminución prolongada de las hospitalizaciones y los casos hasta principios del otoño.

Lo que siguió fue la fase más tortuosa de la pandemia hasta la fecha: un ataque viral que infectó a millones de californianos y mató a decenas de miles.

“Estamos muy animados por las tendencias a la baja en las últimas dos semanas, pero nos damos cuenta de que esto podría cambiar a medida que avanzamos hacia la temporada de invierno y las vacaciones navideñas si la gente no tiene cuidado, y también si no mantenemos el impulso sobre el aumento de las tasas de vacunación”, comentó la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del condado de Los Ángeles.

A diferencia de otras partes de California, que se vieron afectadas por un número sin precedentes de nuevas infecciones y hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus durante el verano, el condado de Los Ángeles tuvo un éxito comparativo en la mitigación de los peores resultados de salud.

Durante el alza repentina del verano de 2020, cuando las vacunas aún no habían sido autorizadas para su distribución generalizada, el condado de Los Ángeles informaba alrededor de 2.800 nuevos casos de coronavirus al día como máximo, y el número de personas hospitalizadas alcanzó un máximo de alrededor de 2.200.

Pero el verano pasado, el pico de hospitalizaciones fue notablemente más bajo, con más de 1.700, a pesar de que el condado de Los Ángeles registraba un número aún mayor de casos diarios de coronavirus, más de 3.300.

El condado también registró menos muertes por COVID-19: 44 por día durante el pico en el verano de 2020, frente a 30 diarias en el verano reciente.

“Este patrón de más infecciones, pero casos menos graves y fatales, probablemente se deba a la variante Delta, altamente infecciosa, y la posibilidad de las vacunas para mitigar casos graves y decesos”, comentó la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer. “Y aunque estamos contentos por las tasas de mortalidad más bajas de este año, se trata en gran medida de muertes evitables y siguen siendo un recordatorio trágico del potencial destructivo de este virus, especialmente entre los no vacunados”.

La disminución de los hospitalizados con COVID-19 le sigue a una baja igualmente grande en la cantidad de personas infectadas en primer lugar. Durante la última semana, California informó un promedio de 6.169 nuevos episodios al día, según datos compilados por The Times. En el apogeo de la oleada de verano, ese promedio de casos superó los 15.000.

Pero aunque la transmisión continúa disminuyendo, los funcionarios enfatizan que aquellos que aún no han sido vacunados siguen siendo vulnerables.

Según datos recientes del Departamento de Salud Pública de California, los residentes no vacunados tienen aproximadamente ocho veces más probabilidades de infectarse con el coronavirus, y casi 18 veces más posibilidades de morir de COVID-19, que sus contrapartes completamente inoculados.

Poco más del 60% de todos los californianos ya han completado su serie de inoculaciones. Pero eso significa que todavía faltan de vacunarse millones de personas, incluidos todos los niños menores de 12 años, que no son elegibles para las vacunas.

E incluso en lugares donde la inmunización general es alta, a los funcionarios les preocupa que las comunidades menos vacunadas sigan en riesgo ante futuros brotes.

En el condado de Los Ángeles, donde alrededor del 61% de todos los residentes ya están completamente vacunados, “tenemos focos donde la transmisión sigue siendo una preocupación importante, y esos focos, como hemos señalado antes, están en comunidades donde tenemos la menor tasas de vacunación”, comentó Ferrer a la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles el martes.

Entre todos los residentes del condado de L.A. de 65 años o más, por ejemplo, el 92% tiene al menos una dosis y el 82% está completamente vacunado.

Sin embargo, son los adolescentes los que no solo están propagando el coronavirus a tasas más altas, sino que también se encuentran entre quienes tienen menos probabilidades de ser vacunados. Solo el 66% de los jóvenes de 12 a 17 años han recibido al menos una inyección y el 57% están completamente vacunados.

“Tenemos un largo camino por recorrer antes de que haya suficientes personas vacunadas para que el virus, o una nueva variante de este, y no se pueda ganar tracción”, agregó Ferrer. “Tantos focos de individuos sin vacunar son, lamentablemente, caldo de cultivo para la transmisión y las mutaciones”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU (CDC) consideran que California todavía tiene un nivel sustancial de transmisión del coronavirus, la segunda peor categoría en los cálculos de la agencia. Aun así, hasta el martes por la noche, California tiene la tasa de transmisión de coronavirus más baja entre los 50 estados.

La presión sobre los hospitales de California aún varía mucho según la región. Por cada 100.000 residentes, el Valle de San Joaquín tiene 27 pacientes con COVID-19 en hospitales; en la zona rural del norte de California, 25; y la región del Gran Sacramento, 18. Los condados de Riverside y San Bernardino tienen una tasa de 13; el condado de San Diego, 10; el de Ventura, ocho; y los condados de Los Ángeles y Orange, siete.

El Área de la Bahía de San Francisco tiene una tasa de seis. Algunos expertos creen que es razonable levantar los mandatos de uso de mascarillas en ambientes interiores una vez que haya menos de cinco pacientes con COVID-19 hospitalizados por cada 100.000 residentes.

Los CDC sugieren que las personas continúen usando cubierta facial en entornos públicos cerrados en condados donde los niveles de transmisión del coronavirus son sustanciales o altos, las dos peores categorías en la escala de cuatro niveles de la agencia. Hasta el martes por la noche, todos los datos de informes de los condados de California a los CDC todavía se encontraban en esas dos peores categorías, de color naranja o rojo en el mapa de la agencia.

Level of community transmission California counties (Oct. 5, 2021)
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU siguen clasificando a todos los condados de California que comunican datos al gobierno federal como de transmisión sustancial o alta de coronavirus. La agencia sugiere que las personas utilicen mascarilla en lugares públicos interiores cuando la transmisión es sustancial o alta.

Ferrer espera que con la disminución continua de los casos de coronavirus, los residentes puedan planificar fiestas, reuniones y viajes durante las vacaciones de fin de año.

Se considera que las personas están completamente inoculadas dos semanas después de recibir la dosis de la vacuna Johnson & Johnson. Ello ofrece un plazo para considerarlas protegidas a tiempo para Halloween.

Aquellos que reciban su primera de las dos dosis requeridas de Pfizer-BioNTech o Moderna esta semana, y su segunda dosis a tiempo, estarán completamente protegidos antes del Día de Acción de Gracias.

“Mientras seguimos viviendo con las incertidumbres que plantea un virus mutante, una cosa es segura: lo que sea que usted planee para esas fechas, será más fiable si usted y sus seres queridos se vacunan”, destacó Ferrer.

Todavía es demasiado pronto para levantar la orden obligatoria de uso de mascarillas para todos los entornos públicos interiores en el condado de Los Ángeles, añadió la funcionaria. La flexibilización ocurrirá cuando aumenten las tasas de vacunación y disminuyan las de transmisión viral, señaló. “La única forma de poner fin a la pandemia es si conseguimos que se inoculen aquellos que aún no lo están, y esa es la máxima prioridad”, indicó. “Tenemos que seguir trabajando con la gente sobre lo importante que es superar la vacilación en este punto, vacunarse, especialmente para evitar otra oleada invernal mortal”.

En conjunto, más de 69.000 californianos infectados con el coronavirus murieron desde que comenzó la pandemia, hace más de 19 meses. Se han reportado más de 6.000 decesos desde que comenzó el verano.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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