Los daños al oleoducto pudieron haber ocurrido hasta un año antes del derrame, señalan los investigadores
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El daño a un oleoducto que filtró hasta 131.000 galones de petróleo a las aguas de la costa del condado de Orange pudo haber ocurrido, desde varios meses, hasta casi un año antes del derrame, señalaron funcionarios de la Guardia Costera el viernes.
Los investigadores sospechan que un golpe de ancla inicial desplazó una parte de la tubería a 105 pies y despojó su revestimiento de concreto, lo que lo hizo más vulnerable a otros posibles golpes de ancla o factores de estrés ambiental.
Mientras intentan determinar cuándo ocurrió ese primer golpe, los investigadores se están enfocando en una tormenta que trajo fuertes vientos al área en el transcurso de dos días a fines de enero, comentó el capitán de la Guardia Costera de Estados Unidos, Jason Neubauer, durante una conferencia de prensa el viernes por la tarde.
El oleoducto estaba intacto en octubre de 2020 cuando la compañía hizo una inspección por última vez, indicó Neubauer. No está claro cuándo la tubería comenzó a gotear o qué causó esto. Pero el crecimiento marino, visible alrededor de la sección desplazada del oleoducto, indica que el arrastre del ancla probablemente no ocurrió recientemente, explicó el capitán.
“Eso ha reenfocado el marco de tiempo de nuestra investigación, desde al menos hace varios meses hasta hace un año”, señaló.
El video grabado el lunes de la semana pasada de un vehículo operado por control remoto parece mostrar una parte de la sección de 4.000 pies que había sido desplazada del oleoducto de casi 18 millas de largo, que va desde el Puerto de Long Beach hasta una plataforma petrolera mar adentro conocida como Elly. Los buzos informaron y el video mostró un desgarro de 13 pulgadas en la tubería, que no parece el resultado de un ancla que la perforó, comentó Neubauer.
“Es muy posible que el golpe inicial simplemente desvió la tubería sin provocar una fractura y luego las tensiones adicionales ocasionadas más adelante por otro incidente o eventos geológicos aumentaron la fractura o causaron todo”, expuso Neubauer.
Los investigadores de la Guardia Costera examinaron varios barcos que estaban en el área la semana pasada y concluyeron que ninguno de ellos es probablemente responsable del daño, indicaron dos fuentes al Times el viernes. Las fuentes dialogaron con el Times bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hablar públicamente. Sin embargo, Neubauer agregó que los investigadores no han descartado ningún barco.
Las autoridades señalan que el daño al oleoducto causó que un mínimo de alrededor de 24.696 galones y un máximo de 131.000 galones de petróleo se derramaran al océano, lo que resultó en una mancha que ha afectado la costa del condado de Orange durante casi una semana. El petróleo ha llegado desde Huntington Beach hasta el condado de San Diego, ensuciando las playas y amenazando los hábitats marinos sensibles.
Los investigadores de la Guardia Costera planean llevar expertos para determinar desde hace cuánto tiempo que la tubería se dañó y cuándo comenzó a tener fugas. La institución envió a su propio equipo de buzos para reunir pruebas de la sonda, de manera separada del equipo de buceo contratado por el comando conjunto unificado.
Los investigadores estudiarán detenidamente los datos que detallan qué buques grandes navegaron sobre el oleoducto en medio de fuertes vientos el 24 y 25 de enero. También revisarán los datos que muestran todos los buques que se han movido sobre la tubería o la han invadido desde octubre pasado, explicó Neubauer.
El cronograma presentado por la compañía de energía en el centro del derrame de petróleo también está bajo escrutinio.
Amplify Energy Corp., la empresa matriz del operador del oleoducto, subrayó que la empresa se enteró por primera vez de la fuga a las 8:09 a.m. del sábado. Pero los reguladores federales indicaron esta semana que los empleados en la sala de control de la subsidiaria que opera el Oleoducto de la Bahía de San Pedro recibieron una alarma de baja presión, “indicando una posible falla”, alrededor de las 2:30 a.m. del mismo día. Los reguladores comentaron que pasaron más de tres horas antes de que se cerrara el oleoducto.
Martyn Willsher, presidente y director ejecutivo de Amplify, negó que alguien en la firma haya sido alertado sobre la fuga a las 2:30 a.m. por un cambio de presión de petróleo en la tubería, pero no dio más detalles, argumentando que los hechos surgirían durante la investigación.
“Esta es una tragedia terrible y lamentamos mucho que haya sucedido”, comentó Willsher. “La causa de esto aún tendrá que investigarse, pero independientemente de la causa, haremos todo lo que este a nuestro alcance a fin de corregir las cosas para todas las áreas e individuos afectados lo más rápido posible”.
El experto en oleoductos, Richard Kuprewicz, explicó que las alertas de pérdida de presión en un oleoducto generalmente no son causadas por un escape de petróleo, y no es razonable esperar que un operador bloquee una línea cada vez que suena una alarma. Pero admitió que le sorprendió que al operador en este caso le tomara horas cerrar la tubería.
“Algo aquí no parece correcto”, señaló.
El redactor del Times, Thomas Curwen, contribuyó a este artículo.
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