El tiroteo masivo a unas calles del Capitolio estatal deja a Sacramento conmocionado y con el corazón roto
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SACRAMENTO — En las primeras horas de la mañana del domingo en las afueras de los clubes nocturnos del centro de la ciudad, a pocas cuadras del Capitolio estatal, una andanada de disparos de al menos dos tiradores mató a seis personas e hirió a otras 12 en el peor tiroteo masivo en Estados Unidos este año.
La policía buscaba a lo que denominó “múltiples tiradores” el domingo por la noche, y ofreció pocos detalles sobre lo sucedido o el motivo, excepto que, poco después de las 2 de la madrugada, un coche llegó a la calle 10 y disparó una ráfaga de balas contra una multitud de personas antes de huir.
Al menos otra persona disparó un arma de fuego, aunque todavía no se sabía con claridad si esa persona estaba en el coche o en la multitud que respondió a los disparos. Ni siquiera se sabía con certeza el domingo si esa era la única escena del crimen, ya que también se trasladó a una víctima desde otro lugar situado a una cuadra de distancia.
Los asesinatos se produjeron en el centro comercial de la calle K o en sus proximidades, a la vista de la gran cúpula blanca del Capitolio estatal, donde en los últimos años los legisladores han promulgado las leyes de control de armas más estrictas del país, pero siguen sin saber cómo frenar los tiroteos masivos. Ya este año, Sacramento se ha visto sacudida por dos de los cuatro peores brotes de violencia con armas de fuego del país, incluido un incidente en febrero en el que un hombre mató a sus tres hijos, a un hombre que supervisaba su visita familiar y a sí mismo.
El tráfico policial por radio y los vídeos publicados en Internet revelaron una serie de acontecimientos caóticos a primera hora del domingo. Justo antes del tiroteo se produjo un tumulto frente a un club, aunque no estaba claro si estaba relacionado o fue una mera coincidencia. Después, tres hombres y tres mujeres murieron en la calle. Muchas más personas fueron trasladadas en ambulancias, mientras que al menos dos personas lograron llegar por su cuenta a los hospitales para ser tratadas de las heridas de bala.
Las autoridades recuperaron al menos un arma de fuego, que luego se descubrió que era robada. Los rápidos disparos que se escuchan en los vídeos sugieren que podría haberse utilizado un arma semiautomática, pero un portavoz de la policía, citando la investigación en curso, no ofreció información sobre el arma utilizada.
“Esta mañana nuestra ciudad tiene el corazón roto. Esta es una tragedia sin sentido e inaceptable”, dijo el alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, en una conferencia de prensa. “Los pensamientos y las oraciones no son suficientes. Debemos hacer más como ciudad, como estado y como nación. Hay que hacer frente a esta epidemia sin sentido de violencia con armas de fuego”.
A una manzana de donde hablaron el alcalde y otros dirigentes de la ciudad, los familiares de algunas de las víctimas se reunieron en una línea de cinta policial en las calles 10 y L, contemplando una escena desoladora de asfalto marcado con etiquetas de plástico azul que marcan los casquillos.
“¿Por qué tenían que hacerle esto a mi bebé?”, se lamentaba Pamela Harris, cuyo hijo, Sergio Harris, de 38 años y padre de tres hijos, estaba entre los muertos.
El padre de Harris, Fred, dijo que había estado dando vueltas por las calles alrededor de la escena del crimen desde las 2:30 a.m., buscando entender lo que había ocurrido. Su hija, Kay, le había llamado para informarle de que su hermano había recibido un balazo. “Espero que esa gente sea llevada ante la justicia”, dijo Kay Harris.
La jefa de la policía de Sacramento, Katherine Lester, prometió que su departamento encontraría y arrestaría a los responsables, pero enfatizó que los detectives se enfrentaban a una “escena realmente compleja y complicada” que involucraba “cientos de pruebas”, incluyendo el video de una cámara policial que captó partes del tiroteo junto con los videos enviados por el público.
La cinta amarilla de la policía que acordonaba el centro comercial de la calle K añadió más dolor a un distrito de Sacramento que ya tenía problemas antes de la pandemia del COVID-19.
Lester dijo que los agentes de guardia en el centro de la ciudad oyeron los disparos poco después de las 2 de la madrugada y acudieron corriendo. Vieron una escena espantosa: Las balas salpicaban la calle y los edificios mientras 18 personas morían o estaban heridas. Se cree que es el mayor tiroteo masivo de la historia de Sacramento.
Los agentes empezaron inmediatamente a prestar ayuda médica y a practicar la reanimación cardiopulmonar. El tráfico de radio de la policía y de los bomberos permitió conocer el horror. “Estoy recibiendo informes [de la policía de Sacramento] de que podemos tener más víctimas, hasta 10”, dijo un despachador. “Adelante, manden cinco ambulancias más y otra unidad de mando”.
Cuando empezaron a reconstruir lo sucedido, la policía se enteró de que un grupo numeroso de personas se había peleado en la calle momentos antes de que sonaran los disparos, pero los agentes dijeron que aún no sabían si esa trifulca estaba relacionada con el tiroteo. Están revisando los vídeos, tanto los públicos como los de las cámaras fijas, para intentar reconstruirlo todo.
“La escala de violencia que acaba de producirse en nuestra ciudad no tiene precedentes en mis 27 años aquí en Sacramento”, dijo el jefe de policía. “Estamos conmocionados y desconsolados por esta tragedia, pero también estamos decididos como agencia a encontrar a los responsables y a garantizar la justicia para las víctimas y sus familias”.
Los peores tiroteos masivos en Estados Unidos en 2022
1. Sacramento, 3 de abril: Seis muertos y 12 heridos.
2. Corsicana, Texas, 3 de febrero: Seis muertos, dos heridos.
3. Milwaukee, 23 de enero: Seis muertos.
4. Sacramento, 28 de febrero: Cinco muertos.
Fuente: Informes de noticias, Gun Violence Archive.
Berry Accius, activista de la comunidad, llegó al lugar de los hechos sobre las 2:30 de la madrugada tras recibir una llamada de un miembro del Ayuntamiento con el que ha trabajado sobre la violencia armada. Vio a una mujer joven sangrando por la frente, con la ropa cubierta de sangre. “Gritaba por teléfono: ‘Han matado a mi hermana’”, dijo, y añadió que otra joven describió a su hermana muriendo en sus brazos.
Alexandra Arellano salía de trabajar en El Santo Ultra Lounge, cerca de la esquina de las calles K y 10, cuando comenzó el tiroteo. El club cerró a las 2 de la madrugada y la gente empezó a salir del edificio a la acera.
Arellano, de 26 años, estaba a punto de salir cuando escuchó un disparo seguido de una rápida sucesión de “como 30 o 50 disparos”.
“Después de eso, todo el mundo empezó a entrar en pánico”, dijo. Algunos corrieron hacia el interior del club.
“Era como un tiroteo”, añadió el prometido de Arellano, Jesse Fuentes, que trabaja como guardia de seguridad fuera del club. “Sólo intentábamos cubrirnos porque al principio no podíamos saber de dónde venían los disparos porque venían de dos zonas diferentes”.
Los defensores del control de armas, incluido el gobernador Gavin Newsom, señalaron el incidente como un ejemplo más de por qué se necesitan reformas para reducir la violencia con armas.
“Tristemente, una vez más estamos de luto por las vidas perdidas y por los heridos en otro horrendo acto de violencia armada”, dijo Newsom, que se encuentra de vacaciones en Sudamérica y Centroamérica, “El azote de la violencia con armas de fuego sigue siendo una crisis en nuestro país, y debemos resolver poner fin a esta carnicería”.
La concejal de Sacramento, Katie Valenzuela, dijo que el tiroteo ocurrió en una parte de la ciudad que suele estar llena de gente los fines de semana.
“Esto es una epidemia nacional. Vemos las cifras, sabemos que esto no está afectando sólo a la ciudad de Sacramento, pero es desgarrador y completamente abrumador que esto siga ocurriendo en nuestras calles”, dijo.
El domingo por la mañana, el centro de la ciudad estaba en calma y abarrotado de corredores que participaban en la carrera anual Sactown Run. Incluso en el Capitolio -a sólo unas manzanas de donde se produjo el tiroteo- mucha gente parecía desconocer lo sucedido. Corredores con números en sus camisetas pasaban junto a familiares que lloraban a sus seres queridos frente a un Starbucks cercano a la escena del crimen.
Jedrick Andrés, de 28 años, dijo que él y su amigo se enteraron del tiroteo mientras conducían el domingo por la mañana para participar en la carrera Sactown Run.
“Me quedé en shock”, dijo. “Es desgarrador”.
A última hora de la mañana del domingo, a una manzana de donde estalló el tiroteo, los feligreses de la Catedral del Santísimo Sacramento se arrodillaron durante la misa y se unieron a la oración del párroco por los muertos y heridos.
“Rezamos por sus familias y amigos, que lloran la pérdida”, dijo el reverendo Michael O’Reilly a los feligreses. “Rezamos por nuestra ciudad”.
Aunque el tiroteo fue el más mortífero de California en 2022, ha habido otros peores en el último año, incluido uno en mayo en un patio de tránsito de San José donde un trabajador descontento disparó y mató a nueve personas antes de suicidarse.
En una conferencia de prensa celebrada por la tarde, el alcalde Steinberg añadió: “Los pensamientos y las oraciones no son suficientes. No es suficiente. Es demasiado fácil, y será demasiado fácil llorar durante una semana y luego seguir adelante. No podemos hacer eso”.
¿Cómo se define un tiroteo masivo?
Los tiroteos masivos se definen como un tiroteo con cuatro o más personas muertas -sin incluir al tirador- en un lugar público con armas de fuego, según la definición del Servicio de Investigación del Congreso.
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