Max Rohskopf pidió que detengan su pelea NUEVE veces, pero ¿Por qué no le hicieron caso en la esquina?

Max Rohskopf aceptó pelear contra Austin Hubbard (12-4) a menos de una semana para el combate del sábado en la velada de UFC Vegas 3 en el Apex de Las Vegas. El pelador de peso ligero buscaba extender su racha perfecta y llegar a la media docena de triunfos, pero al inicio del tercer round decidió no continuar.

Rohskopf estaba siendo superado por Hubbard y sintió que no iba a poder terminar con su rival, por lo que pidió a su esquina detener el combate. Sin embargo, su entrenador Robert Drysdale se hizo de la vista gorda y no hizo caso a la solicitud de su pupilo.

Según reportes, Rohskopf (5-1) le dijo a su esquina que “lo acabe” en por lo menos nueve ocasiones al final del segundo round cuando estaba siendo preparado para salir al tercer asalto. El inspector de turno de la velada se dio cuenta de la situación y avisó al réferi para que junto al doctor encargado hablaran con el pelador. Al ser cuestionado, Rohskopf confirmó que no quería seguir.

Tras el incidente, la Comisión Atlética de Nevada dijo el domingo que investigarían la situación.

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“Eso es algo que veremos”, dijo el director ejecutivo de la Comisión, Bob Bennett, a ESPN. “Podríamos tomar medidas disciplinarias sobre ellos. Eso no parece que estén velando por [la seguridad] de un peleador. Obviamente, él no quería salir [y pelear]”.

Por su parte, Drysdale se vio tranquilo ante su postura y decisión.

“Me mantengo erigido con lo que hice”, dijo Drysdale a ESPN. “Espero excelencia de las personas que entreno porque los amo. No estaba gravemente herido y sentí que necesitaba un impulso mental. Esperaría lo mismo de mi entrenador… Volveremos. Max es un campeón…. Ese es el trabajo de un entrenador, empujar a sus peleadores física, técnica y mentalmente. Hice mi trabajo y no me arrepiento porque creo que Max tiene potencial para ser uno de los grandes”.