Los Dodgers le dijeron a Phil Bickford ‘se tú mismo’ y se convirtió en un eficaz relevista

Los Dodgers rutinariamente toman riesgos con lanzadores que fueron un fracaso total en su temporada anterior. Sea testigo de las adquisiciones de tres jugadores el martes.

Hay un nombre para lo que la oficina principal espera que uno o más de ellos puedan convertirse: un Bickford.

Tal vez Jake Jewell, Ryan Meisinger o Andrew Vásquez, quienes registraron ERAs de 9.90, 12.27 y 10.80, respectivamente, con sus equipos anteriores, puedan replicar el éxito de Phil Bickford, quien encontró un rol esencial en el bullpen de los Dodgers a pesar de llegar a L.A. el 3 de mayo con un ERA de 27.00 en dos apariciones con los Cerveceros de Milwaukee.

Bickford, alto y espigado, con una larga melena rubia que le cae sobre los hombros, se ha convertido en un relevista de confianza en situaciones clave, con un ERA de 2.36 en 42 entradas en 45 apariciones con los Dodgers. Solo ha concedido 28 hits y ha eliminado a 51 bateadores, y los rivales batean 0.190 contra él.

Finalmente está aprovechando el potencial que lo convirtió en una selección de primera ronda en 2013 de la Westlake Village Oaks Christian High y de nuevo en 2015 del Southern Nevada College.

“Hay un montón de gente estupenda en este equipo y es contagioso, simplemente te lo crees”, dijo Bickford.

“Lo retamos a ser él mismo, a dominar lo que mejor sabe hacer”, indicó Prior. “Nos ocuparemos de ti y te pondremos en situación de triunfar. Y luego creo que cuando empezó a confiar en sí mismo y en nosotros, lo incitamos a dar el siguiente paso y ha derribado todas las barreras”.

Bickford, de 26 años, combina una bola rápida que se hunde a mediados de las 90 MPH con una bola deslizante, y su complexión delgada pero fuerte le permite tirar ambas con un lanzamiento cruzado. Todavía tiene que dominar un tercer lanzamiento, ya sea un cambio, una curva lenta o una bola rápida de dedos separados. Si lo hiciera, podría convertirse en titular.

Por ahora, es feliz donde está - saliendo del bullpen en la sexta o séptima entrada para impulsar los juegos y la bola en las manos de los excerradores super estrella Corey Knebel, Blake Treinen y Kenley Jansen.

En una remontada sobre los Bravos de Atlanta el miércoles pasado que impulsó a los Dodgers al primer lugar por primera vez desde abril, eso significó entrar para conseguir que Austin Riley se desplomara para el tercer out de la octava entrada. Bickford consiguió la victoria para mejorar a 3-1 cuando los Dodgers anotaron dos en la parte inferior de la entrada para tomar una ventaja de 4-3.

“Me encanta la oportunidad de tener la pelota en la mano y estar en el montículo”, dijo. “Es donde quiero estar. Ahí es donde estoy, simplemente tomándolo día a día y haciendo todo lo que pueda para mejorar y no confiarme”.

La reputación de Bickford al llegar al equipo era la de un jugador relajado y de bajo rendimiento, pero si se le pone a competir se convierte rápidamente en una sorpresa.

Con 1.90 metros de altura y lanzando a una velocidad de 97 mph, era prácticamente invencible en Oaks Christian, con 12-1 y un ERA de 0.83, y ponchando a 146 personas en 85 entradas en su último año. Se le consideró como el travieso y juguetón del grupo, ya que mantuvo a sus compañeros de equipo muy unidos en su camino a un campeonato de la Sección Sur, al aparecer en las prácticas con zapatos rojos brillantes del payaso Ronald McDonald.

El lanzador de los Dodgers Phil Bickford lanza la séptima entrada contra los Bravos de Atlanta en el Dodger Stadium.

(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Era siempre cortés con los numerosos buscadores de talento de la MLB y de las universidades que asistían a sus partidos, pero a veces se escabullía en lugar de entablar conversación con ellos después de los partidos.

“Es un individuo único, un tipo desenfadado”, comentó Tim Penprase, el entrenador de Bickford en la escuela. “Durante el proceso de reclutamiento, a veces no quería participar en él”.

Ocho años después, Bickford es el que inicia las conversaciones, y el bajo rendimiento parece haber quedado atrás.

“Hay mucha gente de la que aprender en este bullpen”, expresó. “Así que estoy recogiendo sus enseñanzas y me he convertido en una esponja. Lo que también es realmente genial y agradable es llegar a una organización con jugadores y personas que crean una atmósfera triunfadora”.

Bickford fue la décima selección global en el draft de 2013, yendo a los Blue Jays de Toronto, pero no firmó y se fue a Cal State Fullerton. Se transfirió después de un año a la poderosa universidad junior Southern Nevada para ser elegible para el draft de 2015.

Los Gigantes de San Francisco lo tomaron en la primera ronda y firmó por 2.33 millones de dólares a pesar de que dio positivo por marihuana como parte del programa médico previo al draft de la MLB, que incluía una prueba de drogas al azar para los 200 mejores prospectos en los 30 días previos al draft.

Bickford fue excelente como titular en las ligas menores, pero fue enviado a los Cerveceros en la fecha límite de intercambio de 2016 junto con el prospecto de receptor Andrew Susac por el relevista zurdo Will Smith.

El invierno siguiente volvió a dar positivo por marihuana y fue suspendido durante los primeros 50 partidos de la temporada 2017. Bickford pasó al bullpen y requirió una cirugía en su mano derecha después de ser golpeado por una bola. Pasó el 2020 en el sitio alterno de los Cerveceros, emergiendo solo una vez para hacer su debut en las Grandes Ligas el 1 de septiembre.

No le fue bien. Golpeó a los dos primeros bateadores, y después de ponchar a los dos siguientes, cedió cuatro hits y terminó la entrada habiendo concedido cuatro carreras.

Otra audición de una entrada este abril también fue un desastre. Bickford fue recibido con un jonrón y dos carreras, lo que llevó a los Brewers a designarlo para su asignación. Los Dodgers lo recogieron el 3 de mayo en las exenciones, e inmediatamente lanzó con eficacia.

“Tuvimos una conversación inicial y le preguntamos: ‘¿Qué haces bien?’”, dijo Prior. “Realmente le damos mucho énfasis a lo que nuestros jugadores saben hacer, para tener una base y después poder construir a partir de ahí. Intentamos transmitir que estamos juntos en esto, que formamos parte de un mismo objetivo”.

Hasta ahora, la confianza ha dado lugar a una pieza de bullpen fiable para los Dodgers. Y si incluso una de las adquisiciones más recientes puede convertirse en un Bickford, sin duda estarán encantados.

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