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Aunque votó por Trump, apoya una regularización migratoria y visas de trabajo para migrantes

Foto de archivo de la frontera sur de EEUU.

Foto de archivo de la frontera sur de EEUU.

(SANDY HUFFAKER / AFP/Getty Images)

Esta semana se publicó un artículo en el diario Los Angeles Times donde el columnista Steve Lopez entrevista a Albert García, un hombre fronterizo de 76 años, quien gran parte de su vida se la paso cubriendo y arreglando agujeros en la valla metal que divide actualmente parte de la frontera entre México y Estados Unidos.

Para García, residente de El Centro, el problema de la migración sin documentos no se puede combatir con muros porque gran parte de la gente que llega -indica-, viene huyendo de la pobreza y la violencia, lo que significa que están dispuestos hasta arriesgar la vida, pero no regresar a su lugar de origen.

Incluso, el residente registrado demócrata, pero que votó por Trump, menciona que esas personas también son víctimas de los polleros e individuos que trabajan con los narcos y que las utilizan para pasar droga; no obstante, las personas, sin otra opción, se arriesgan con tal de cruzar.

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Prueba de que los muros no trabajan, García dijo que durante 25 años cubrió unos 20 mil agujeros que los migrantes o polleros abrían para cruzar. No hay forma de detenerlos, expresó García, quien enfatizó que por arriba o por abajo [del muro], pero los inmigrantes siempre encontrarán la forma de entrar al país.

El residente fronterizo recomendó a Trump que antes de que construya el muro, lo visite, se dé una vuelta por la frontera al oeste de Estados Unidos.

García sugiere que en lugar de gastar miles de millones de dólares de los contribuyentes, simplemente mejore las herramientas electrónicas de seguridad y modernice algunas partes del muro ya construido.

Aunque votó por Trump, enfatiza, García está dispuesto apoyar un programa de visas de trabajo para los inmigrantes que quieren venir a emplearse; además, está dispuesto a respaldar un programa de legalización para las personas que no cometieron delitos; incluso aunque los penalice con una multa, pero que les dé oportunidad de quedarse.

García está convencido que hay empleos en Estados Unidos que los residentes nunca harían y es ahí donde la mano inmigrante es valiosísima.

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