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La hija del publicista de Salvador Dalí trae a Little Italy una colección de obras raramente vistas

Salvador Dalí es una figura muy reconocida en el mundo del arte y más allá, conocido por su pintura revolucionaria de 1931: La persistencia de la memoria, con sus relojes derretidos y su rostro biomórfico, su bigote caprichoso y su comportamiento excéntrico frente a la cámara.

Una nueva exhibición, que presenta algunas piezas raramente vistas, vendrá a San Diego y ofrecerá una mirada tras bambalinas acerca de la vida de Dalí, todo por cortesía de Madame Christine Argillet, hija de Pierre Argillet, publicista y amigo por más de 50 años de Salvador Dalí.

Christine Argillet, que pasó gran parte de su infancia con Dalí, presentará una colección de obras en Meyer Fine Art en Little Italy. Dalí: The Argillet Collection se exhibirá del sábado 15 de septiembre al domingo 7 de octubre; esta exposición ya realizó una gira por Singapur, Washington, D.C., Chicago, Nueva York, Dallas y Los Ángeles. Incluye grabados, dibujos, tapices y esculturas.

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Antes de la llegada de la colección a San Diego, conversamos con Argillet. Hablando desde París, relató cosas sobre esta exposición exclusiva y compartió detalles tras bastidores sobre uno de los artistas más famosos de la historia.

P: ¿Qué verán en la exposición los fanáticos de Dalí que sea inesperado?

R: Sus pinturas son bien conocidas, pero lo que tenemos aquí es totalmente diferente. Hay 90 grabados al aguafuerte, una escultura de 1973, tapices tejidos a mano bajo la dirección de Dalí, cinco acuarelas y una serie de siete platos de vajillas elaborados para crear un “ambiente Dalí”.

P: Se ha dicho que Dalí creó más de 1500 obras en su vida. ¿Eso es correcto?

R: Creo que hizo mucho más que eso. Hizo miles de bocetos solo. Hasta el día de hoy, todavía descubro trabajos de los que no tenía conocimiento: muebles, diseños para la casa de su esposa. ¡Incluso pintó radiadores!

P: ¿Cuál fue la relación de tu padre con Dalí?

R: Había conexión en la forma en cómo veían las cosas; él era a la vez su publicista y amigo. Iban al teatro y a los eventos juntos y compartían libros. Mi padre tuvo que ser muy flexible; a veces Dalí hacía 24 grabados sobre un tema, a veces uno. A veces mi padre regresaba frustrado a casa y otras veces, tan entusiasmado que no podía dormir.

P: ¿Cuál es tu primer recuerdo de Salvador Dalí?

R: Recuerdo que cuando tenía 5 años, alrededor de 1960, mi padre publicó un libro sobre grandes artistas de la época y organizó una recepción en París. Todos estaban allí: Max Ernst, Giorgio de Chirico, Dalí y otros. Gala (la esposa de Dalí) me dijo: ‘¿Por qué no juegas conmigo?’, y ahí estábamos, ella y yo jugando debajo de la mesa, quedé encantada. Max Ernst fue con mi padre y le dijo que no volviera a hacer otra cena como esa, que todos esos artistas se odiaban entre sí, y que era demasiado.

P: ¿Dalí alguna vez habló de artistas que lo inspiraron?

R: Dalí siempre se referiría al Renacimiento, la Proporción Áurea que utilizó en sus propias pinturas, Leonardo, Botticelli, también El Greco y Goya. Admiraría a los viejos maestros por la composición y la técnica. Durante el siglo XX, Picasso fue como su mentor de dibujos y grabados, y Dalí estaba amargado por no haber mantenido la amistad de Picasso. Estaba triste porque tenía una gran admiración por él, pero eran dos personajes muy opuestos. (...) Algunos de los grabados de la exposición son tributos a Picasso.

P: Dalí parecía amar la cámara y la cámara lo amaba. ¿Era tan carismático y excéntrico sin una cámara alrededor?

R: En absoluto, no era una actitud diaria. Usted podía ver a alguien trabajando mucho, muy humilde, solo con una camisa y pantuflas. Hablaba con naturalidad, luego, cuando alguien entraba, él no sabía muy bien cómo, pero se ponía en modo de show, explicaba ideas complejas y cambiaba radicalmente en dos segundos. La opinión de mi padre era que él era muy tímido, y yo creo eso. Mi padre creía que era Gala quien lo empujaba a ser excéntrico y el centro de atención, y que no era su naturaleza.

P: ¿Cuál es tu momento más memorable con Dalí?

R: Dalí siempre fue sorprendente. Una vez, en 1968, mi padre le había pedido que ilustrara el libro de Fausto. Dalí iba a irse al día siguiente, y los dos últimos grabados para el libro no se habían terminado. Mi padre estaba sudando. “¿Qué vamos a hacer?”. Estaba corriendo detrás de Dalí con las herramientas, diciendo: “¡Estamos perdidos si no terminas!”; de repente, Dalí tomó las planchas de cobre y comenzó a grabar en seco sobre sus rodillas, mientras respondía a los periodistas. Fue increíble y elegante. Podía hacer muchas cosas a la vez.

Dalí: The Argillet Collection

Cuándo: Del sábado 15 de septiembre al domingo 7 de octubre

Dónde: Meyer Fine Art, 2400 Kettner Blvd., Suite 104, Little Italy

Entrada gratis

Delk es periodista independiente.

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