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Motociclista gravemente herido en accidente el mes pasado murió después de una semana en coma

SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

Ray Anthony Espinoza Jr., el mayor de los ocho hijos de un hombre de la Navy, cumplió 30 años el 30 de julio y celebró de la misma forma en que lo hacía en todos sus cumpleaños, alquilando jet skies y pasando un día paseando por Mission Bay con amigos y familiares.

Poco más de dos semanas después de la celebración del cumpleaños de este año, Espinoza se lesionó en un accidente de motocicleta y cayó en un coma del que nunca se recuperó.

Espinoza murió el viernes 24 de agosto, ocho días después de chocar contra un camión U-Haul mientras conducía su motocicleta en el área de Morena, de acuerdo con su familia y la policía de San Diego.

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La Oficina del Médico Forense del Condado de San Diego confirmó la muerte de Espinoza por primera vez el pasado martes.

“Él era realmente quien mantenía unida a la familia”, dijo su hermana Becca Espinoza a The San Diego Union-Tribune en una entrevista telefónica la semana pasada. “Era realmente, en verdad, un gran hermano. Cuando mis padres estaban en el trabajo, él nos recogía y nos cocinaba la cena”.

Espinoza fue hábil en la cocina desde muy joven, elaborando platillos favoritos familiares como lasaña y sabía cómo manejar una parrilla, según su hermana. Había trabajado en diferentes restaurantes en los últimos años perfeccionando sus habilidades culinarias y estaba en camino al trabajo en un restaurante cuando sufrió el fatal accidente.

La policía de San Diego dijo que Espinoza se dirigía al oeste en Friars Road alrededor de las 12:30 p.m. el jueves 16 de agosto cuando golpeó la parte trasera de un camión U-Haul cuando giraba hacia Gaines Street, cerca del extremo noroeste del Riverwalk Golf Club.

Espinoza fue arrojado de la motocicleta, que estalló en llamas y resultó gravemente herido, dijo el sargento de la policía Robert Hawkins.

“Desde el momento en que pusieron a Ray en la ambulancia, nunca se despertó”, agregó Becca Espinoza. “Nunca fue lo suficientemente receptivo como para abrir los ojos o hablar”.

A Espinoza, quien nació en Arizona pero creció en Tierrasanta y asistió a Serra High, le sobreviven una esposa y un hijo de 6 años Little Ray, dijo Becca Espinoza.

También deja a sus padres y a siete hermanos que están luchando para lidiar no solo con la pérdida de su hijo mayor y su hermano, sino también con los costos asociados con su muerte. La familia creó una página en GoFundMe que busca donaciones para ayudar a cubrir los costos del funeral, que según Becca Espinoza le costarán a la familia unos 18 mil dólares.

“Ha sido muy duro para todos nosotros”, dijo su hermana. “Y no tenía seguro de vida, por lo que los costos del funeral han sido una especie de pesadilla sobre todo lo demás”.

Riggins escribe para el U-T.

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