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El qué y porque desde Washington: Porque es tan difícil reformar a la policía

La consecuencia principal de la inexplicable muerte de George Floyd debería haber sido la reforma nacional
La consecuencia principal de la inexplicable muerte de George Floyd debería haber sido la reforma nacional de los cuerpos policíacos, algo que aún hoy está en el limbo.
(Nelvin C. Cepeda / The San Diego Union-Tribune)

Esta semana se cumplió un año de la muerte de George Floyd, y a pesar de todo lo que vimos, oímos y leímos, este fue un aniversario incompleto. La consecuencia principal de este inexplicable deceso de Floyd debería haber sido la reforma nacional de operaciones policiacas que aún hoy vive en el limbo.

En marzo, la Cámara de Representantes aprobó “La Ley George Floyd de Justicia en Políticas de Seguridad Policiaca”, que entre otras cosas, prohíbe la práctica de inutilizar a los detenidos con llaves de estrangulamiento, e incluye nuevas reglas que impidan un allanamiento policial sin previo aviso, y les prohíbe a las policías usar perfiles raciales y religiosos.

Esta ley es mucho más que solo un manual de conducta. Es un código que uniformará a más de 18 mil departamentos de policía en el país con reglamentación para su trato diario con la gente, y franca y principalmente cuando se trate de personas no “tradicionalmente estadounidenses”.

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Note usted que no les llamo minorías raciales porque ese término es mal interpretado por algunos policías, que no ven a esas comunidades como minoritarias en número de población, sino como minoritarias en cuanto a sus derechos civiles. Son minorías, piensan equivocadamente, tienen menos derechos.

Todos los días surgen ejemplos. Entre mis colegas con quienes trabajo diariamente existe la misma variedad racial que hay en la composición actual de la población de Estados Unidos.

Una colega afroamericana, graduada de la escuela de comunicaciones de la Universidad de Stanford, tuvo un encuentro con un policía en Virginia que la ofendió profundamente, por una supuesta falta menor de tráfico, resultó siendo investigada por posible narcotráfico, la razón, manejaba un Mercedes Benz nuevo.

Al platicar del incidente, un camarógrafo me dijo; a mi también en Virginia me sorprendieron manejando a alta velocidad… pero el policía solo me alcanzó en la luz roja del semáforo y me gritó desde la patrulla; Hey body, slow down, what’s the rush? (Hey amigo bájale a tu velocidad, ¿cuál es la prisa?) Sí, el camarógrafo es blanco.

¿Se da cuenta? por eso blancos, negros, asiáticos y latinos percibimos a la policía en una forma tan dispar.

Se lo cuento porque en la historia de Estados Unidos, los conflictos raciales han sido percibidos como un problema de policías blancos contra población negra. Pero la historia es mucho más complicada, la Oficina de Estadísticas de Justicia de EE.UU, dice que negros e hispanos hoy interactúan con la policía a tasas proporcionales a su densidad de población, y consecuentemente, ambos grupos, están sobre-representados en las estadísticas de detenciones por supuestas faltas menores de tráfico.

Los hispanos, constituyen el 17.6 por ciento de la población estadounidense, pero representan el 23 por ciento de todos las detenciones de tráfico y casi el 30 por ciento de los arrestos. La tasa de asesinatos policiales de latinos es superada solo por la de afroamericanos.

Lo que usted debe saber es que por razones estadísticas, frecuentemente no se revela la raza de una víctima, lo que causa que la verdad sobre el número de incidentes involucrando a latinos y afroamericanos no se denuncien con veracidad. Además, muchas bases de datos nacionales dependen de estadísticas recabadas por agencias locales y estatales, lo que las hace potencialmente incompletas.

Cuando empecé a investigar para escribir esta columna un sábado, de acuerdo con www/Mapping Police Violence.Org, en EE.UU 384 personas habían muerto a manos de la policía. Cuando terminé el martes, 6 días después, ya estábamos en 408 a las 10 de la mañana, al momento de enviarle la columna al editor a las 9 de la noche ya eran 414 los muertos… Muchos sin duda, pudieron ser criminales, pero es imposible saberlo porque el 98 por ciento de los decesos causados por la policía no resultan en cargos contra el oficial, por lo tanto las investigaciones carecen de mucha información.

Por eso la falta de acción de los senadores en Washington es patética. Han tenido la posibilidad de emitir la ley que la Cámara de Representantes aprobó en marzo… y hasta hoy ni siquiera han propuesto modificaciones.

Consecuencia, varios estados están proponiendo y adoptando sus propias reformas policiales.

Letitia James, la fiscal general del estado de Nueva York presentó un proyecto de reforma llamado “Ley de Responsabilidad Policial”. La señora James dijo:

Esta legislación cambiará las leyes que en el estado de Nueva York gobiernan la violencia policial y la rendición de cuentas. La pieza central enmendará el uso de la fuerza de la policía de una simple necesidad, a una de absoluto último recurso”

El problema en estas leyes estatales y aún de la versión nacional es que hay enormes desacuerdos por la llamada “Qualified Immunity” que son leyes que escudan a los oficiales de policía de acciones legales civiles cuando abusan de su autoridad usando fuerza y violencia innecesarias.

En la mayoría de los estados es muy difícil enjuiciar a los agentes de policía que matan a civiles debido a las leyes de justificación expansiva que les da a los agentes libertad extraordinaria para el uso de fuerza letal. Es como el 00 de James Bond, una licencia para matar. Eso disminuye la capacidad de los fiscales para responsabilizar a los oficiales, aún cuando esos mismos agentes puedan ser culpables de uso de fuerza letal no justificada en un caso resultado de una falta menor. Como en el caso de George Floyd.

El otro capítulo importantísimo en las leyes nacionales crearía una base de datos de los policías abusivos, para que a los culpables de brutalidad, si son despedidos de un departamento de policía, se les impida ser recontratados por otro departamento de policía en otra ciudad, en donde sigan cometiendo actos de brutalidad contra la gente.

¿Se da cuenta?, por todo lo anterior es que resulta tan difícil reformar a la policía.

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