¿Por qué Florinda Meza busca arruinar el recuerdo de Ramón Valdés y disgustar siempre a los fans?

Los Ángeles — Hace poco visitamos Lima, Perú, y al entrar a una galería ‘under’ que nos recuerda a El Chopo del DF, fuimos recibidos por un enorme cartel que mantenía el título de la película “I Am Legend”, pero reemplazaba la figura de Will Smith por la de Don Ramón. Y es que ese es justamente el nivel de devoción que se le tiene en Latinoamérica a este personaje y, por extensión, a su ya fallecido intérprete Ramón Valdés.

En ese sentido, lo que viene ocurriendo en estos días con Florinda Meza, la actriz que hacía de Doña Florinda en el mismo programa de “El Chavo del Ocho”, puede ser visto como una auténtica herejía por los incontables admiradores de Valdés, entre los que nos encontramos, ya que la señora le dio a un medio brasilero unas controvertidas declaraciones sobre el occiso en las que aseguraba que su muerte había tenido que ver con el consumo de drogas ilegales, cuando es de conocimiento público que se debió más bien a un cáncer promovido por su adicción al tabaco.

Tras la difusión de esta entrevista, muchos pusieron el grito en el cielo ante la evidente falta de respeto, y la familia de Valdés llegó incluso a anunciar que podría presentar una demanda, por lo que Meza usó su cuenta de Twitter (sí, tiene una) para pedir disculpas a medias. Pero el asunto no ha quedado ahí, ya que, volviendo simbólicamente a Perú, un comunicador del mismo país, Rodrigo González, presentador del programa “Amor, Amor, Amor”, acaba de difundir un informe en el que asegura que la misma Meza ha ordenado que se boten a la basura los regalos que los admiradores dejan en la tumba de su también desaparecido esposo Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, ubicada en el Panteón Francés de Ciudad de México. No podemos dejar de comentar que, en la página en inglés de Wikipedia dedicada al comediante, se señala de hecho que la viuda coloca a guardias de seguridad en el lugar para que nadie pueda acercarse.

La actriz ha recurrido también a sus respectivas redes sociales para desmentir el hecho denunciado por González, pero a estas alturas, no es tampoco un secreto que la mujer no se ha hecho precisamente conocida por su simpatía, en curiosa coincidencia con la personalidad de Doña Florinda, quien era sin duda el personaje menos querido de la vecindad y que, a todas luces, recuperaba más de un rasgo de la actitud de su intérprete, aunque sería injusto olvidar a la mucho más agradable Chimoltrufia (no en términos físicos, claro está). Sea como sea, al menos por ahora, no nos simpatizas, Florinda.