María Elena Salinas regresa a su ciudad de origen para recibir una distinción y hablar con los más jóvenes
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Los Ángeles — Para ella, es tiempo de cosecha: luego de haber recibido un doctorado honorífico por parte de la American University de Washington, María Elena Salinas, presentadora del “Noticiero Univision” y del programa “Aquí y ahora” del mismo canal, recibirá el mismo reconocimiento de la Cal State University de Fullerton el 21 de mayo que viene.
“Siempre es bueno recibir reconocimientos por el trabajo periodístico, pero esto es particularmente especial por dos razones: la primera es que la jerarquía de un centro educativo de esta clase considera que mereces un doctorado, es decir, la máxima distinción que puedes recibir académicamente, y la segunda es el hecho de que te dejan hablar con los estudiantes, porque consideran que tienes algo que puede inspirarlos para iniciar esta nueva etapa de sus vidas”, le dijo a HOY la periodista desde las oficinas de Univision en Miami.
La visita le dará también posibilidades de índole sentimental, ya que la traerá por unos días a Los Ángeles, la ciudad en la que nació y en la que pasó la mayor parte de su vida, pese a que vivió en México entre su primero y su octavo año de existencia, para luego, en el 1991, irse a la Florida, donde radica hasta la fecha.
Inicialmente, Salinas, quien habitaba en el Sur Centro, se matriculó en el East LA College para llevar estudios de mercadotecnia, pero posteriormente, entró a la UCLA con el fin de especializarse en periodismo televisivo, la carrera en la que ha obtenido sus mejores logros y que le ha permitido laborar para Univision a lo largo de los últimos 35 años.
“Mi mamá trabajaba en una fábrica de ropa y yo a los 14 años empecé a hacer lo mismo, porque mi familia necesitaba la ayuda”, recordó. “Es parte del mensaje que le quiero dar a estos jóvenes [con los que hablará]; como inmigrantes o hijos de inmigrantes, tenemos una gran ventaja, porque aparte de nuestra herencia cultural, llevamos el ejemplo de la ética de nuestros padres, que llegaron aquí para trabajar”.
La situación económica de Salinas es ahora infinitamente mejor que la que tenía siendo joven, pero eso no le ha impedido viajar a lugares arriesgados y meterse a barrios pobres de Latinoamérica para realizar sus reportajes, lo que puede haber tenido que ver con su formación inicial, aunque ella no se anima a especular sobre ello.
“Es difícil saber cómo hubiera sido mi vida si mi niñez hubiera sido diferente. Lo que puedo decirte es que tengo una conciencia social que heredé de mi padre, y que sin ella, posiblemente no sentiría la necesidad de buscar siempre a los más necesitados para contar sus historias; pero creo que eso también tiene que ver con el hecho de que cuando empecé en el canal 34 éramos un grupo muy diferente, de solo 14 millones, por lo que no teníamos el poder político que tenemos en este momento, y la comunidad hispana tenía una gran necesidad de información”, precisó.
Otro dato curioso es que Salinas es una mexicoamericana que habla perfectamente el español, lo que tiene que ver con su etapa en el país vecino pero también con un padre que, a pesar de dominar seis idiomas, no la dejaba hablar inglés dentro de la casa. “Crecí en un ambiente bilingüe y bicultural; mi mamá celebraba los días festivos americanos y los mexicanos”, nos dijo. “Es algo muy distinto a lo que pasó en otros lugares, donde la discriminación era tanta que castigaban en las escuelas a los alumnos que hablaban español, como ocurrió en Texas”.
Salinas forma parte de una cadena televisiva cuya influencia es enorme, pero que se encuentra en una posición peculiar: mientras algunos la ven como una entidad antirepublicana y anticonservadora (es lo que se dijo durante un reciente reportaje hecho por la CNN), otros, sobre todo en el lado de la izquierda latinoamericana, consideran que se trata de una institución que apoya el ‘status quo’ y que critica permanentemente a los gobiernos de tinte socialista.
“En el periodismo, si te atacan de los dos lados es porque estás haciendo bien tu trabajo”, replicó ante esto nuestra entrevistada, quien hace unos meses estuvo en Cuba y difundió varios videos en los que hablaba con las Damas de Blanco que se oponen al castrismo. “Servir a un público nacional es muy distinto a servir a uno local, porque nosotros estamos sirviendo a un público que lo que tiene en común es el idioma, pero muchas cosas que lo separan”.
“Somos neutrales; si nos acusan de antirepublicanos es porque reportamos mucho sobre el tema migratorio, y ellos son los que están en contra de una reforma de ese tipo”, afirmó; y también tuvo algo que decir sobre la cobertura internacional que efectúa. “Uno no llega a un lugar con una agenda predeterminada, sino que muestras la realidad y buscas los dos lados de la moneda”.
Otro aspecto que debería interesar a quienes deseen alcanzar una posición como la suya es que Salinas puede determinar ahora la elaboración de algunos de sus trabajos, como fue justamente el caso de “Entre el abandono y el rechazo”, el reportaje histórico de 45 minutos que se transmitió en el 2014 y que la llevó a visitar El Salvador, Honduras y Guatemala para entrevistar a presidentes, defensores de los derechos humanos, criminalistas, traficantes de personas y hasta miembros de pandillas con el fin de determinar lo que forzaba a los niños de esas regiones a emigrar a los Estados Unidos de manera temeraria e indocumentada.
“Fue mi idea hacerlo; ahora me dan más libertad para sugerir historias, aunque hay asignaciones que tienes que hacer porque las tienes que hacer”, enfatizó. “Hasta ahora, una de mis hijas me pregunta porqué tuve que ir la guerra en Irak, pese a que ya han pasado más de 10 años [de esa asignación]. Hay temas en particular que me interesan, como el drama de los centroamericanos, los inmigrantes y lo que tiene que ver con la búsqueda de la justicia y la denuncia de la corrupción”.
Salinas, quien asegura que le interesa mucho más hacer reportajes responsables que notas que le brinden rating, considera que Donald Trump no llegará a la presidencia porque “nadie puede llegar a la Casa Blanca sin el voto de los hispanos, y él solo tiene el 15% [de este]; pero eso depende de que los latinos salgan a votar, claro, porque de otro modo, pueden ganar los que nos odian”.
“Más allá de lo que esté diciendo ahora para ganarse a los hispanos, la retórica de Trump ha hecho mucho daño, porque ha despertado el odio y el racismo en millones de personas de este país”, enfatizó la periodista que, según otra entrevista reciente, no está interesada en entrevistar al magnate.
“He pedido una entrevista con su hija y no me la dieron; también he pedido una con su esposa, pero todavía no me han contestado”, precisó. “En cuanto a Trump, ¿cómo puedes entrevistar a una persona que va a decir lo que se le antoja y tratar de imponer sus propias verdades? Si quiero hacerlo para quedar como valiente, sería simplemente por mí, no por la comunidad”.
Finalmente, las mujeres que quieran seguir los pasos de esta celebrada profesional deben saber que ella tuvo que criar a sus dos hijas -ahora universitarias- como madre soltera, luego de la dura separación del que fuera su esposo, el también periodista Eliott Rodríguez.
“He criado a mis hijas y las he mantenido sola, efectivamente”, reconoció Salinas, insinuando con ello que Rodríguez no cumplió con sus responsabilidades económicas. “Pero no sé todavía exactamente lo que diré en Fullerton; sigo anotando ideas, que es lo que suelo hacer para tomar decisiones”.
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