‘Padre Pistolas’ al Papa: ‘que Peña Nieto ya no se ensucie las manos de sangre’
- Share via
REDACCIÓN DE HOY — Jesús Alfredo Gallardo, mejor conocido como ‘Padre Pistolas’ porque no se quita el arma ni para oficializar misa, mandó un mensaje al papa Francisco ahora que visite Morelia, Michoacán en febrero próximo.
“Me gustaría que regañara a los obispos mediocres que tenemos en México que no hacen nada por los pobres y ojalá, que le diga a Peña Nieto (EPN) que ya no se ensucie las manos de sangre”, expresó el sacerdote en una entrevista a Univision ante la violencia que vive el estado.
El sacerdote es muy querido por la comunidad de Chucándaro, porque ha ayudado a renovar las iglesias, construido escuelas, carreteras y hospitales desde hace 10 años que llegó al municipio de Michoacán, uno de los estados más golpeados por la violencia.
Eso sí, tiene muy claro y siempre aconseja que no hay que atentar contra la vida de un prójimo, pero sí de defenderse se trata, la historia es diferente.
A continuación les reproducimos una nota que se publicó hace unos meses en referencia a la personalidad, la violencia y la forma en cómo protege y ayuda el ‘Padre Pistolas’ a los pobres.
‘Aquí es un desmadre… impera la ley del más fuerte’
Jesús Alfredo Gallardo, el “Padre Pistolas”, reconoce la violencia en el país y que en México impera la ley del más fuerte.
El Papa Francisco tiene razón cuando señala la violencia que persiste en México, afirma el sacerdote Jesús Alfredo Gallardo Lara, conocido en Michoacán como ‘Padre Pistolas’.
“Quizá porque yo soy del México profundo, pero que no quieran abrir los ojos es otra cosa. Aquí es un desmadre, a cualquier colonia que venga uno de Morelia o en Tierra Caliente o cualquier ranchito, impera la ley del más fuerte”, enfatiza.
Gallardo Lara subraya la desconfianza que existe en Michoacán hacia las corporaciones policiales, debido a la corrupción que persiste.
A más de un año de que el gobierno federal implementó su estrategia de seguridad en el estado, el sacerdote advierte que poco o nada ha cambiado.
“Ya no es tan descarado, por ejemplo las presidencias municipales pagaban 100 mil pesos mensuales, su diezmo. Eso ya se acabó, pero de todos modos vienen y hacen sus fiestas en Querétaro, Guanajuato o Michoacán. Los organizadores siguen siendo los malos, aunque ya no se llamen Templarios”, acusa.
Gallardo Lara ilustra con un ejemplo familiar el papel de las autodefensas en la entidad.
Narra cómo uno de sus hermanos recibió un balazo en un pleito con un vecino, que le entró a un centímetro del corazón. Cuando se recuperó, el sacerdote le entregó una pistola para que se defendiera.
--No lo provoques ni le busques pleito, porque Dios manda respetar la vida, pero en caso de defensa personal puedes matar hasta 20 cabrones. No se la perdones. Si te quiere matar, chíngatelo. La vida la tenemos que defender nosotros --le dijo.
“No nos dejan traer ni un cortaúñas. Por eso aquí en Michoacán creció mucho la violencia, porque la policía está de acuerdo con los narcos, desarman a todo el mundo y andan felices de la vida”, explica.
Jesús Gallardo advierte que un sacerdote no debe meterse en problemas, pero tampoco debe permitir que haya abusos en la comunidad.
Considera que su papel en un entorno como el de Michoacán es como catalizador de un cambio.
“Somos los líderes naturales. Tenemos la responsabilidad de sacar adelante a este país, siempre y cuando haya honestidad”, afirma, “si tú tienes un hijo, te preocupas por llevarlo a la escuela, por su salud, su comida, de protegerlo que no lo vayan a secuestrar, a matar. Te preocupas que crezca justamente. Un sacerdote también debe atender eso”.
Bronco y cristero
Desde que se presenta, el sacerdote liga su nombre con su alias como si fuese otro apellido. Nació en Tarimoro, Guanajuato, en 1950. Desde niño interactuó con personajes de la Iglesia Católica, muchos de ellos identificados por haber participado en la Guerra Cristera, la Persecución, dice él.
El “Padre Pistolas” viste una camisa negra, con grecas rojas, botas de piel de avestruz con las que rebasa los dos metros de altura, pantalón y chamarra de mezclilla, en la que lleva cosida una piel de coyote en hombros y espalda. Al cinto, un arma que da sustento a su apodo.
Por momentos recuerda a Vicente Fox antes de ser Presidente: bronco, rupestre, sin pelos en la lengua. Con el ex presidente, en su momento, cultivó una buena relación.
Gallardo Lara está de acuerdo con las 15 enfermedades de la curia señaladas por el papa Francisco. Lo peor, explica, es que Roma no se compromete con su feligresía.
Presume que no existe un sacerdote que gaste tanto en su comunidad como lo hace él. Con la apertura de caminos, la excavación de pozos, la construcción de hospitales y escuelas.
“Tenemos más de 50 años en toda la República con obispos de banqueta, de categoría, de administración de dinero, de halagos, de enajenamiento hacia la gente. No hacen nada. Tienen la idea de que el sacerdote no debe meterse ni en la economía, ni la salud ni nada.
“El problema que tienen conmigo es que no paro de trabajar… Nunca me han visto borracho y si me dan un peso yo me gasto cinco, llego a un pueblo y lo levanto”, afirma.
A Chucándiro, el sacerdote llegó 11 años atrás, cuando dejó la sede de Jaral del Progreso, en Guanajuato, por órdenes del ahora cardenal Alberto Suárez Inda.
El “Padre Pistolas” no sólo viste como cantante de música regional, es cantante de música regional. Ha grabado ocho discos con canciones de José Alfredo Jiménez, Cuco Sánchez, Consuelo Velázquez, María Grever, entre otros. Mientras conversa, pone de fondo su música.
Muestra un álbum fotográfico con imágenes que demuestran los cambios drásticos que ha hecho en el pueblo desde que llegó, como la iglesia de La Inmaculada, del siglo XVI, restaurada en gran parte por el sacerdote.
Previo a la entrevista, realizada en su casa, el candidato del PRI, una regidora y un ex presidente municipal lo habían visitado para explicar supuestos casos de corrupción señalados por el sacerdote.
El sacerdote los considera a todos corruptos. Sus feligreses, dice, están enojados con autoridades tanto políticas como policiacas.
“De los partidos no hay ni por quién votar. La gente me dice ‘en las boletas les vamos a poner: chinguen a su madre’”.
Este artículo ‘Aquí es un desmadre… impera la ley del más fuerte’ es de la Agencia Reforma.
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.