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Marissa combate ‘bullying’ con voleibol

Los padres de Marissa Reyna recuerdan la angustia que sentían al ver a su hija de 10 años de edad llegar de escuela.

“Le tiraban piedras, la criticaban porque estaba gordita, llegaba llorando, se quería matar, no quería vivir”, recordó Arlene Salgado, madre de Marissa, quien en ese entonces acudía a Laurel Elementary en Whittier.

Los problemas fueron tantos que los padres de Marissa decidieron cambiarla de escuela, del sistema público al privado.

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“La cambiamos porque la estaban hostigando”, dijo Octavio Reyna, papá de la estudiante.

Entonces, los padres se las ingeniaron para pagar por los estudios en una escuela privada y su hija comenzó a acudir a St. Linus en Norwalk. Al poco tiempo, comenzó a mostrar interés por el voleibol y pronto ese interés se convirtió en pasión.

“Mi mejor amiga me dijo que debería de jugar voleibol, por mi fuerza. Un día fui a entrenar y me gustó desde ese entonces”, declaró Marissa, quien también juega durante el descanso de la temporada de preparatoria en un club de voleibol de Long Beach de nombre AIGA.

“Comenzó a destacar en el séptimo grado, fue la capitana del equipo ahí, nunca habían tenido a una capitana de séptimo grado”, dijo Arlene, residente de Whittier. “Simplemente cambió mucho, agarró confianza”.

Un año después, en el octavo grado, Marissa se convirtió en la Jugadora Más Valiosa de St. Linus. Durante el último año en St. Linus, el equipo quedó en tercer puesto de 100 escuelas, algo que la jugadora describió como su momento más agradable desde que comenzó a practicar el deporte.

Al ingresar a la preparatoria de St. Paul High School de Santa Fe Springs, en este verano, se integró al equipo de varsity, apenas en su primer año.

“Marissa puede ser una jugadora muy especial. Tiene una actitud de que nunca se da por vencida”, dijo John Van Deventer, entrenador de St. Paul. El entrenador dijo que la determinación es una de las mejores características de Marissa. “A esta edad yo busco actitud. ¿Vas con todo a todas las jugadas, o hay jugadas donde tomas un descanso?”.

El apoyo de sus padres también ha sido importante para Marissa, pues aunque ahora están separados, ninguno de los dos se pierde sus juegos.

“La ha tenido difícil desde que era pequeña, pero ha podido levantarse de ello. Está 50% conmigo y 50% con su papá, pero ha balanceado bien todo. De hecho quiere ser una psicóloga”, explicó Salgado.

Marissa obtuvo recientemente una beca de la organización Círculo Hispano por su dedicación al deporte y anhela obtener más becas para poder cumplir su sueño de ser parte de los Trojans de la Universidad del Sur de California (USC) cuando se gradúe de la preparatoria.

Sus padres comentaron que les hizo difícil pagar por la colegiatura y aún hacen varios sacrificios, pero comentaron que la educación que han recibido en St. Linus y St. Paul, dos escuelas católicas, han valido la pena.

“Aquí tenemos que pagar una inscripción para que ella juegue en la liga. Yo no sabía de eso, nos está saliendo un poco carito pero es por el beneficio de nuestra hija”, expresó Octavio, residente de Compton.

Una escuela que mejora

El programa de voleibol de St. Paul ha mejorado mucho en los últimos dos años y la temporada pasada llegaron hasta las semifinales a nivel estatal.

“Nos estamos convirtiendo en una escuela que es muy buena en voleibol. Este año tenemos a seis freshmen que están en varsity y que van a contribuir mucho”, dijo el entrenador Van Deventer, quien ha estado a cargo del equipo de voleibol por los últimos 12 años.

“El tipo de jugadoras que están viniendo tienen muchas ganas de jugar voleibol. Estamos agarrando más calidad”, agregó.

El entrenador dice que de las 14 jugadoras, más de la mitad apenas cursan los primeros dos años de preparatoria. “Vamos a tener un equipo muy bueno, pero también muy joven”, indicó.

Marissa Reyna

Deporte: Voleibol
Posición: Atacante/Rematadora
Edad: 14 años
Escuela: St. Paul High School
Equipo favorito: Equipo Olimpico de Voleibol, Dallas Cowboys, UCLA

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