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Inquilinos y propietarios compartirán gastos del reforzamiento de viviendas contra terremotos

Edificios como este complejo habitacional en Canoga Park, que se derrumbó en 1994 durante el temblor de Northridge, están en riego debido a que sus delgadas columnas no lo sostendrían durante un temblor de mayor magnitud.

Edificios como este complejo habitacional en Canoga Park, que se derrumbó en 1994 durante el temblor de Northridge, están en riego debido a que sus delgadas columnas no lo sostendrían durante un temblor de mayor magnitud.

(Boris Yaro / Los Angeles Times)

Inquilinos y propietarios de apartamentos deberán compartir por igual la carga financiera de reforzar las construcciones para que puedan resistir los efectos de un terremoto, acordó el Consejo de la ciudad de Los Ángeles, concluyendo asi un debate de más de un año de duración, que permite a la ciudad la implementación de las leyes de reformas sísmicas más radicales de la nación.

Después de muchos estudios de vivienda y acaloradas reuniones entre grupos de arrendadores y arrendatarios, el Consejo de la ciudad votó unánimemente en favor de que los propietarios pueden pasar la mitad los costos de reforzamiento de las propiedades a los arrendatarios a través de aumentos de alquiler durante un período de 10 años, con un aumento máximo de $38 por mes.

‘Este es un acuerdo que ha tomado un año elaborar. Y es la mejor oferta que podíamos tener”, dijo el concejal Gil Cedillo, jefe de la comisión del Consejo de la ciudad que medió en el plan. “Tomó mucho trabajo lograr esto. Inicialmente esas reuniones no fueron agradables... Estamos muy contentos de haber podido reunir a ambos grupos”.

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Este es el resultado de que la ciudad haya adoptado una ambiciosa ley que requiere que aproximadamente 15,000 edificios en Los Ángeles sean reforzados. La ley, firmada en octubre por el alcalde Eric Garcetti, pone fin a las décadas de esfuerzos por fortalecer dos tipos de edificios que resultaron mortales en anteriores terremotos: Los frágiles edificios de hormigón que proliferan en los bulevares más importantes de Los Ángeles y edificios de apartamentos de estructura de madera, donde el primer piso es sumamente débil. Unas 65 personas murieron cuando estos tipos de edificios se derrumbaron durante los temblores de 1971 y 1994.

Los esfuerzos en el pasado por obligar a un reforzamiento, o por lo menos identificar los edificios más vulnerables — murieron en el ayuntamiento debido a los costos. Los propietarios han estado preocupados durante mucho tiempo por la carga financiera de un reforzamiento, que podría costar hasta $130,000 por un edificio de apartamentos de madera y millones por un edificio de hormigón más grande.

Los inquilinos habian mostrado su preocupacion de que a los propietarios les sea permitido recuperar los costos del reforzamiento a través de incrementos sustanciales en la renta.

En 2013, la ciudad de San Francisco aprobo una ley que ahora es referencial y que requiere que los propietarios refuercen los edificios de apartamentos de madera pero le permite a los propietarios pasar los costos a los inquilinos –aun aquellos protegidos por el control de rentas – durante un periodo de 20 años. El cumplimiento hasta ahora no ha sido un problema, dijeron las autoridades, y se han hecho excepciones para ayudar a aliviar la carga de los inquilinos con las rentas más bajas.

Bajo las leyes actuales de vivienda de Los Angeles, que rara vez se han aplicado al reforzamiento sísmico, los propietarios técnicamente podrían haberlo hecho a través de un aumento de la renta de hasta $75 por mes.

El plan de costo compartido 50-50, aprobado el miércoles, tomó más de un año de audiencias de la comisión y de discusiones con funcionarios de la construcción, ingenieros y grupos de propietarios y arrendatarios de edificios. Ahora se han abordado muchos de los temas pendientes, segun reconocieron las partes involucradas.

Los funcionarios, por ejemplo, permitieron que los dueños también le pasaran a los inquilinos la mitad del costo de la evaluación sísmica de un edificio, así como el interés que pagaría en cualquier préstamo adquirido para financiar la modernización, dijo Jim Clarke de la Apartment Assn. of Greater Los Angeles.

“¿Es esto lo mejor que podíamos obtener o esperar? Probablemente”, expuso Clark, agregando que estas consideraciones hacen una gran diferencia para muchas personas mayores, pequeños propietarios que invirtieron sus ahorros de jubilación en un edificio de apartamentos y dependen de la renta como ingreso.

Los defensores de los inquilinos dijeron que cualquier aumento del alquiler sería una carga, pero un aumento máximo de $38 por mes es más aceptable que $75.

“Es algo así como una situación de ganar-perder”, dijo Larry Gross, director ejecutivo del grupo de defensa de inquilinos de la Coalición para la supervivencia económica. “Cualquier aumento a los inquilinos actuales tiene un impacto perjudicial en su estabilidad financiera. Por otra parte, hemos hecho progresos significativos para suavizar el golpe. Los inquilinos enfrentaban la situación de pagar el costo completo del reforzamiento sísmico y un aumento de $75 al mes”.

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