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La crisis puede sacar de competencia a equipos venezolanos de Fórmula SAE

Coche desarrollado por los componentes del equipo UPMRacing de la Universidad Politécnica de Madrid, seleccionado para competir en la prestigiosa competición automovilística de Fórmula SAE.

Coche desarrollado por los componentes del equipo UPMRacing de la Universidad Politécnica de Madrid, seleccionado para competir en la prestigiosa competición automovilística de Fórmula SAE.

(Víctor Lerena / EFE)

La profunda crisis económica que atraviesa Venezuela puede llegar a impedir la participación de 2 equipos de ese país en la competencia estudiantil de automovilismo Fórmula SAE, en la que han participado los últimos 10 años, indicaron miembros de estas delegaciones.

“Tenemos un gran problema porque no tenemos el dinero para enviar el carro hasta Michigan (Estados Unidos). Estamos buscando (patrocinio) en todos lados, pero no logramos conseguirlo”, dijo María Gabriela Suárez, directora de relaciones públicas del equipo Fórmula SAE de la Universidad Simón Bolívar (USB).

Suárez recordó que en ediciones anteriores el equipo de la USB halló los recursos con apoyo de varias empresas que en este momento, de contracción general de la economía venezolana, no están en condiciones de hacer aportes.

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El vehículo de este equipo, y otras herramientas necesarias para hacer frente a la competencia del venidero mes de mayo, debe ser embarcado en abril.

El peso de la carga supera la tonelada y media.

El equipo de la USB, además, confrontó trabas con la emisión de los pasaportes de seis de los integrantes de la delegación que viajará a Estados Unidos y apeló a un intenso trabajo de presión en las redes sociales para obtener respuesta del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de Venezuela.

En Venezuela, el Saime experimenta retrasos en la emisión de los documentos por “falta de material” plástico, que es importado desde Alemania.

Otro equipo venezolano que enfrenta problemas es el Team SAE-UCV, integrado por estudiantes de la Universidad Central de Venezuela.

Aunque dicen tener “resuelto” el problema del envío, el monoplaza aún no está listo porque el costo de los materiales para el desarrollo de la carrocería desnivela el presupuesto.

“Es un gran desafío, la carrocería la hacemos con fibra de vidrio y este material subió mucho de precio”, dijo Luis Galavís, parte del equipo Team SAE-UCV.

Sin embargo, Galavís confía en que el equipo de la UCV tome parte del evento en Michigan.

“Nuestra participación está, por una parte, garantizada”, añadió.

Los equipos de la UCV y la USB, además de otro perteneciente a la Universidad Metropolitana, lograron superar a finales de año “la primera alcabala” que supone la inscripción en la prueba, que debe pagarse en dólares, una moneda a la que los venezolanos no tienen acceso desde la imposición de un férreo control de cambios en el 2003.

La inscripción en este evento está tasada en 2250 dólares, según se indica en el sitio web del evento.

Para los equipos venezolanos este monto es “costoso” y es el primero de los problemas que enfrentan los estudiantes de ingeniería mecánica, coinciden Suárez y Galavís.

La Fórmula SAE nació en Michigan en 1982 y premia el trabajo de ingeniería y diseño automotor de los equipos más que el resultado en las pistas.

En la edición del 2013, el equipo de la USB fue reconocido como el mejor de América Latina, una de las más altas distinciones otorgadas en este evento a una delegación venezolana.

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