Terapias innovadoras para cáncer cervicouterino, ignoradas por Seguro Popular
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México — Los tratamientos innovadores alternativos a la quimioterapia que brinda el Seguro Popular en otros cánceres no están disponibles para el cáncer cervicouterino, el segundo más común en mujeres de México, dijo hoy la investigadora Lucely Cetina, del Instituto Nacional de Cancerología.
En declaraciones a Efe en el marco del Foro “Retos en innovación, salud y cáncer”, efectuado este miércoles en Ciudad de México, Cetina reconoció que “el costo de los medicamentos es alto pero eso no quita que haya un caso de inequidad” en el Seguro Popular, que brinda servicios de salud a personas no derechohabientes de la seguridad social.
“Las pacientes con cáncer cervicouterino son las únicas que no pueden recibir ningún tratamiento innovador”, lamentó. “Se dan los tratamientos básicos pero no los innovadores”, abundó.
De acuerdo con la especialista, que recibe entre 350 y 500 pacientes por año, “las estrategias para disminuir esta enfermedad no están funcionando”.
Refirió que de las personas que atiende, 80 % “se presentan en etapas avanzadas”, y añadió después que “son ellas las que tendrían que recibir los tratamientos innovadores”.
Estos tratamientos son también conocidos como blancos moleculares y son oncoespecíficos: dirigidos a genes que se encuentran expresados en algunos pacientes con cáncer.
Una vez que se identifica el biomarcador con mayor expresión en el cáncer se puede aplicar el blanco molecular y “tratar de tapar las señales para que la enfermedad no siga avanzando”.
Este enfoque fue adoptado como tratamiento estándar en 2013 en Europa y Estados Unidos.
El cáncer cervicouterino es un problema de salud grave en México, afirmó la doctora, y señaló que “se trata de la segunda causa de cáncer y segunda causa de muertes en mujeres en edad reproductiva”.
En México fallecen aproximadamente 16 pacientes al día a causa del cáncer cervicouterino, entre 5.000 y 6.000 por año.
Este cáncer suele aparecer en etapa reproductiva, de los 20 años en adelante, explicó Cetina.
Una vez iniciada la vida sexual hay riesgo de contraer cáncer cervicouterino, estrechamente relacionado con el virus del papiloma humano (VPH). “Es por eso que este cáncer está considerado una enfermedad sexual”, puntualizó.