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Honra U2 a México

A lo largo de dos horas exactas, U2 ofreció la noche de este martes un viaje al pasado en honor al trigésimo aniversario de su disco The Joshua Tree, el cual estuvo repleto de nostalgia, mensajes solidarios para México y mucho rock and roll.

Desde las 21:24, uno por uno, Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton aparecieron en un templete alterno al escenario principal.

Detrás de ellos, apagada, se encontraba una enorme pantalla de 61 por 14 metros, pintada ligeramente de dorado y con una resolución de 7.6K, donde se dibujo en plata la silueta de un ·árbol Joshua; el segundo entarimado, donde se colocaron al inicio los músicos, tenía la forma de la sombra del ·árbol.

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En “Sunday Bloody Sunday”, la primera canción del espectáculo, Bono exigió acabar con la violencia en el mundo.

“Las Vegas, España... °No más, no más, no más!”, gritó el irlandés mientras el escenario se teñía de luces rojas.

“México, estamos con ustedes!”, remató antes de seguir con “New Year’s Day”.

Este primer acto estuvo compuesto por cuatro de los Éxitos tempranos del grupo, antes de la salida de The Joshua Tree, en 1987.

Sólo los instrumentos y la voz del cantautor, sin despliegues tecnológicos, llenaron el inmueble, obligando a la gente a enfocarse sólo en la música.

La segunda parte del show se dedicó enteramente al ·álbum festejado, con el setlist original completo tocado en estricto orden.

De fondo, en la pantalla se proyectaron poco a poco imágenes de los parajes desérticos de Nevada y California, tierras importantes de en la historia de Estados Unidos, país que sirvió como inspiración para el disco en los 80.

“Where The Streets Have No Name”, “With or Without You”, “Bullet The Blue Sky” y “Running to Stand Still”, entre otras, crearon un aire de nostalgia que impregnó el ambiente, que para ese momento ya estaba aromatizado por olor a mariguana y cigarrillo.

La gente, en su mayoría treintañeros y fans que rebasan los 40, gozaron profundamente este regreso al pasado al lado de sus familias, parejas, grupos de amigos y hasta sus hijos, muchos de estos niños de entre 3 y 10 años.

Todos, sin importar la edad, se dejaron llevar por la potencia de los irlandeses en el escenario.

La mayor dosis de rock prometida por Bono al inicio del concierto fue entregada durante el encore, donde la banda se sacudió todo rastro de solemnidad y puso a cimbrar al coro gracias a “Beautiful Day” (donde realizaron un breve homenaje al recién fallecido Tom Petty), a “Elevation” y a “Vértigo”, cuya energía enloqueció a los fans, quienes sacudieron melenas y levantaron puños en el aire.

Los mensajes de amor y apoyo hacia México, que abarcó gran parte del concierto, culminaron con mayor sentimiento cuando Bono habló directamente del sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre.

“He caminado muchas veces por las calles de su Ciudad y he comprobado lo que vi en las noticias estos días. Después del terremoto, la gente regaló su trabajo para ayudar, todos como hermanos se unieron y apoyaron. Y siguen de pie.

“Este País ha pasado por mucho en las ˙últimas semanas, pero también con el paso de los años. No sé que más decir, sino que es un honor verlos trabajar como uno”, señaló el irlandés antes de interpretar “One”, durante la cual se dibujó en las pantallas la bandera de México y marcas aztecas con los colores verde, blanco y rojo.

El cierre del concierto, a las 23:24, lo dio “Spanish Eyes”, con el cual Bono y compañía dejaron en claro porque son unas de las bandas más emblemáticas de los ˙últimos años.

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