Trump calificó a Barrett como “una de las mentes legales más brillantes y dotadas de nuestra nación”
President Trump names U.S. Circuit Judge Amy Coney Barrett as his choice to be Ruth Bader Ginsburg’s successor on the Supreme Court. A confirmation vote could likely occur before the election.
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WASHINGTON — El presidente Trump nombró a la jueza de circuito estadounidense Amy Coney Barrett como su elección el sábado para el puesto vacante en la Corte Suprema, una medida que podría desplazarla aún más hacia la derecha y remodelar la ley estadounidense sobre aborto, atención médica, religión y armas durante una generación.
El voto de confirmación puede ocurrir antes de la elección.
El anuncio se produce sólo ocho días después de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, que se había convertido en un icono liberal en sus décadas en el banquillo, y 38 días antes de las elecciones presidenciales. La votación ya ha comenzado en docenas de estados.
Nunca antes un juez de la Corte Suprema había sido nominado o confirmado tan cerca de una elección presidencial.
Si Trump logra reemplazar a Ginsburg por un juez conservador, el nuevo juez se unirá a otros cinco nombramientos republicanos, incluyendo dos nombrados por Trump.
Trump llamó a Barrett “una de las mentes legales más brillantes y dotadas de nuestra nación”.
“Miré y estudié y usted está eminentemente cualificada para este trabajo. Vas a estar fantástica”, dijo Trump.
Trump señaló que Barrett sería la primera madre con niños en edad escolar en servir en la Corte Suprema.
Barrett, una ex secretaria de leyes del fallecido juez Antonin Scalia de 48 años, fue durante mucho tiempo profesora de leyes en la Universidad de Notre Dame antes de que Trump la eligiera para el tribunal de circuito en 2017.
Anteriormente fue examinada para el puesto vacante en el Tribunal Supremo en 2018, que fue ocupado por Brett M. Kavanaugh, por lo que los republicanos creen que puede avanzar rápidamente en el proceso de confirmación.
Ella está respaldada por la Sociedad Federalista, como muchos de los candidatos judiciales que Trump ha prometido elegir. En sus escritos legales y en sus tres años en la corte de apelaciones, Barrett insinuó que ella haría alianza con los jueces más conservadores en las disputas sobre los derechos civiles, el derecho al voto, la libertad de expresión y la separación de la iglesia y el Estado.
Barrett también ha expresado su voluntad de anular los precedentes que ella cree que no están en línea con la Constitución, lo que los partidarios conservadores y los opositores liberales ven como un indicador de que ella apoyaría la anulación del histórico fallo Roe vs. Wade de 1973 que estableció el derecho de las mujeres para abortar.
Barrett abrió sus comentarios con un tributo a Ginsburg.
“Si me confirman, tendré en cuenta a los que vinieron antes que yo. La bandera de Estados Unidos sigue ondeando a media asta en memoria de Ruth Bader Ginsburg para marcar el fin de una gran vida americana”, dijo.
También se unió a Scalia, su mentor, diciendo: “Su filosofía judicial también es la mía; un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son políticos y deben dejar de lado cualquier punto de vista político que puedan tener”.
Se espera que el Senado controlado por los republicanos no pierda tiempo en confirmar la elección de Trump. El líder de la mayoría Mitch McConnell (R-Ky.) se comprometió a celebrar una votación en el piso este año y es probable que ocurra antes de las elecciones del 3 de noviembre.
“La Corte, el Senado y el pueblo americano - sin mencionar al nominado y su familia - merecen un proceso justo que se centre en las calificaciones de la juez Barrett. Espero que los 100 senadores traten este proceso con la dignidad y el respeto que debería tener”, dijo McConnell en una declaración después del anuncio.
El presidente del Comité Judicial del Senado, Lindsey Graham (R-S.C.), dijo el sábado que las audiencias de confirmación comenzarían el 12 de octubre y durarían de tres a cuatro días.
Los senadores comenzarán a sentarse con el nominado para discusiones privadas uno a uno en la próxima semana. Y algunos republicanos del Senado están hablando de realizar una votación el 29 de octubre.
Trump dijo la semana pasada que es importante que el Senado se mueva rápidamente porque los resultados de las elecciones de 2020 pueden ser impugnados en los tribunales. Si se produjera una división de 4-4 en la Corte Suprema, se mantendría un fallo de la corte inferior.
Solo dos de los 53 senadores republicanos, los senadores Lisa Murkowski de Alaska y Susan Collins de Maine - han dicho que no creen que el Senado deba votar sobre un nominado a la Corte Suprema antes del día de la elección, dejando a McConnell con la mayoría simple necesaria para aprobar un juez sin apoyo demócrata.
El hecho de avanzar en la nominación antes de la elección evita los posibles riesgos de una confirmación complicada como por ejemplo por la pérdida de un escaño republicano en las elecciones especiales de Arizona. En virtud de la ley de Arizona, el ganador puede prestar juramento antes de que comience el próximo Congreso, lo que reduce la mayoría de los republicanos.
Los republicanos probablemente también serían criticados si pierden el control del Senado o de la Casa Blanca en la elección, pero aún así confirman a la juez.
Ginsburg dictó una declaración a su nieta en los días previos a su muerte que “mi más ferviente deseo es que no sea reemplazada hasta que un nuevo presidente sea instalado”.
Los grupos conservadores han prometido millones de dólares para defender a Barrett en las próximas semanas. Los grupos liberales también han prometido millones de dólares para bloquear su confirmación.
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Barrett ya ha tenido un encuentro con la demócrata de mayor rango en el Comité Judicial, la senadora Dianne Feinstein de California, quien presionó a Barrett en su audiencia de confirmación de 2017 sobre si su fe católica podría afectar su capacidad de ser un juez justo.
Se espera que los demócratas lleven la pelea de confirmación hacia la argumentación de cómo una inclinación conservadora de 6-3 de la corte, podría llevar a cambios en el cuidado de la salud o en el derecho al aborto.
“El pueblo americano no debería equivocarse - un voto de cualquier senador por la Juez Amy Coney Barrett es un voto para anular el Affordable Care Act y eliminar las protecciones para millones de americanos con condiciones preexistentes”, dijo el líder de la minoría del Senado Charles E. Schumer (D-N.Y.) en una declaración después del anuncio. La corte está programada para escuchar los argumentos en un caso que desafía la ley de cuidado de salud de la era del presidente Obama la semana después de la elección.
Los demócratas han arremetido contra lo que ellos llaman gran prisa por ocupar el puesto, especialmente después de que los republicanos del Senado bloquearan al nominado de Obama, el juez Merrick Garland, para que no tuviera una audiencia o un voto cuando fuera nominado en febrero de 2016 por ser un año electoral.
La negativa de Trump a decir que transferiría pacíficamente el poder puede ser una fanfarronada. Pero hay medidas que podría tomar, y los demócratas están en alerta.
“El pueblo estadounidense merece tener voz en una decisión tan trascendental”, dijo McConnell entonces. McConnell ha dicho que la situación del 2020 es diferente sin importar la proximidad de la elección porque el Senado y la Casa Blanca están controlados por el mismo partido.
El senador Doug Jones (D-Ala.) lo llamó una “flagrante toma de poder” con la intención de subvertir la voluntad de los votantes.
“Hace solo cuatro años, el líder McConnell mantuvo abierto un asiento en la Corte Suprema por 10 meses antes de una elección presidencial porque dijo una y otra vez que, en un año electoral, debemos dejar que el pueblo americano decida. Si confirmar a un juez de la Corte Suprema 10 meses antes de una elección presidencial le hubiera negado al pueblo americano una voz, ¿no está ahora negando al pueblo americano una voz al apresurarse a confirmar a un juez justo semanas antes de una elección presidencial?” dijo Jones en una declaración.
Se espera que los demócratas utilicen una serie de tácticas de procedimiento para prolongar el proceso de confirmación y mantener a los senadores republicanos vulnerables en Washington en las semanas previas a las elecciones, pero salvo una sorpresa que provoque que dos republicanos más deserten, es poco lo que pueden hacer los demócratas para detener la confirmación.
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McConnell eliminó el concepto filibustero (que permitía hablar sin descanso durante horas y más horas) para los nominados a la Corte Suprema en 2017, lo que significa que solo se necesitan 51 senadores para asegurar un nombramiento de por vida en el banquillo.
Los demócratas habían considerado boicotear las audiencias de confirmación en una muestra de desafío, aunque eso parece poco probable.
“Voy a decirle al público lo que esta persona va a hacer, es decir, derogar la Ley de Atención Asequible y después va a ir tras Roe vs. Wade”, dijo el senador Mazie Hirono (D-Hawái). “Creo que es muy importante para el pueblo americano saber que el próximo nominado tendrá esas posiciones, incluso cuando harán todo lo posible por negarlo”.
Las encuestas de los últimos días muestran que los americanos de todas las tendencias políticas prefieren que el ganador de las elecciones elija a la persona que ocupará ese puesto.
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